Tempranillo de El Mani

Lloran los pinos del Coto, y en Gines lloran las letras de todas las sevillanas profundas y rocieras. Llora nuestro pueblo, Mani, con un llanto de Candela, con un llanto de guitarras por un camino de arenas. Se sabía que eras de Gines por el deje que te llevas. Sin ti se quedan los pinos y sin ti el Vado de Quema. Todo se fue terminando como un sueño que se aleja. Pero a la Blanca Paloma ahora la tienes más cerca. A. García Barbeito