Dos emblemas de la industrialización en décadas pasadas en Andalucía, Linares (Jaén) y Alcalá de Guadaira (Sevilla) sufrieron los cierres por deslocalización de Santana Motor y Gillette, respectivamente, con la consiguiente sangría de puestos de trabajo directos e indirectos, como ahora se anuncia para Nissan en Barcelona. Para Jesús Fernández Alonso, que fue el secretario del comité de empresa de Santana Motor en aquel momento, 'solamente desde la ciudadanía, los trabajadores y las fuerzas sociales unidas es posible buscar una solución a este gran problema'. Desde Sevilla, Carlos García, Presidente de FICA (Federación de Industriales y Comerciantes de Alcalá de Guadaira), indica que 'es importante que las empresas tengan las mejores condiciones para su desarrollo y mantenimiento, para que tengan las menores tentaciones posibles de deslocalización. Amas empresas fueron referentes en sus comarcas y la población respondió con creces al llamamiento de los trabajadores con manifestaciones en Linares de más de 80.000 personas cuando sus número de habitantes no superaba los 60.000.