Nuestro compañero Miguel Fernández recupera en la biografía un personaje clave en los anales de la música de los años 60 y 70 del siglo pasado. Waldo de los Ríos (Buenos Aires, 1934) pasó a la historia como el compositor que acercó a Beethoven al gran público. Su adaptación, en versión pop, del último movimiento de la Novena Sinfonía, conocida como el Himno a la alegría, interpretada por Miguel Ríos, se convirtió en un éxito mundial, de dimensiones entonces desconocidas en la España franquista.