Amira Alkourdi Martínez es una de las sanitarias afectadas por el virus. Su infección empezó con dolor corporal y enseguida se puso en guardia: 'Lo siguiente fue la fiebre y entonces ya me hicieron la prueba en mi hospital'. Como máximo tuvo 38?2º de fiebre, que desapareció al séptimo día. Amira, ginecóloga de profesión, tomó precauciones en casa: 'Mi marido y mis hijos no volvió a casa, estoy sola, aunque se puede convivir con familia con ciertas medidas como estar en una habitación todo el día y mantener higiene exhaustiva en el baño'. Sobre la incidencia del virus en las embarazadas, explica que 'deben tener medidas preventivas pero no les afecta más. A sus ecografías básicas deben ir, mejor solas'. Ángela Vázquez acaba de ser madre y, aunque ha sido duro estar confinada en una habitación para evitar el contagio, ya está en casa: 'Cuando volvíamos del hospital nos paró la policía y nos pidió explicaciones. Al final, nos subieron a casa en brazos a mí y a Greta, mi bebé', cuenta la nueva mamá.