Hoy se cumplen 20 años del crimen de la joven malagueña Rocío Wanninkhof, por el que Dolores Vázquez permaneció 17 meses en prisión preventiva antes de que fuera detenido el verdadero asesino, Tony Alexander King. A Dolores Vazquez la detuvieron, la encarcelaron, la juzgaron y condenaron a 15 años de prisión. Su defensa recurrió y la Justicia dictó la repetición del juicio. En ese intervalo, el criminal fue detenido por la muerte de otra joven, la de Sonia Carabantes, y una colilla esclareció por completo el caso Wanninkof. El caso ocurrió cuando Rocío iba a quedar con su novio para ir a la feria de Fuengirola y nunca llegó. Se inició entonces una búsqueda sin precedentes hasta que en noviembre apareció su cadáver con signos de violencia. A partir de ahí comenzó una investigación por parte de la Guardia Civil que conduciría a Dolores Vázquez, quien pasó 17 meses en prisión hasta que se descubrió al verdadero autor del crimen. Pero antes, tuvo que morir otra jóven, Sonia Carabantes, también en Málaga. Rastros de ADN que coincidían con los encontrados junto al cuerpo de Rocío pusieron nombre al asesino, Tony Alexander King, un británico residente en Alhaurín el Grande con antecedentes en por agresiones sexuales. Después de veinte años aún quedan dudas sobre la participación de dos o tres personas en el crimen de Rocío. Nuestro compañero Javier Ronda analiza el caso de Rocío Wanninkhof junto al catedrático malagueño de Derecho Penal, Octavio García.