Javier García nos alerta sobre los alimentos procesados y su mala influencia en nuestra dieta. Las salsas pueden descompensar el nivel calórico de una comida.
En muchas ocasiones no tenemos en cuenta las salsas que acompañan platos de pasta o carne. Un plato de pasta tiene un número de calorías que se multiplica por cuatro si le sumamos una salsa de cuatro quesos por ejemplo.
Otro ejemplo que nos aporta Javier García es la nata que le añadimos a una salda carbonara que puede superar las 300 calorías. Otra salsa que es muy sana, el pesto, puede darnos también problemas si no la usamos con medida.
Curiosamente, la salsa boloñesa, que solo tiene tomate y carne, es la más contenida en número de calorías puesto que solo nos supone sumar220 calorías a los hidratos de la pasta.