Más de mil personas han muerto en accidentes de tráfico en 2018. Por eso la DGT ha puesto en marcha una serie de medidas encaminadas a colocarnos de nuevo entre los países más seguros de la Unión Europea, después de 4 años de tendencia negativa. Campañas más duras al estilo de los 90 para hacernos reaccionar. El ministerio del interior habla de violencia vial y las cifras lo demuestran, por ello todas las medidas son pocas.
A partir de este miércoles la velocidad máxima en carreteras secundarias será ya de 90 en lugar de 100 Km por hora, una medida que se aprobó el pasado viernes para las vías donde se concentra el mayor número de fallecidos. Pero ésto es sólo el principio. Más radares, más agentes, levantar el pie del acelerador y sobre todo olvidarnos del móvil. Básicamente esos son los otros puntos que propone tráfico para parar una curva ascendente de mortalidad sobre ruedas.
También llegará la regulación del patinete, un artilugio que se ha colado en nuestra geografía urbana y que a pesar de su aparente inocencia ya ha provocado 300 accidentes este año.
Y por si fuera poco, se debate con los ayuntamientos la necesidad de bajar a 30 la velocidad máxima en calles de un solo sentido en núcleos urbanos. Hasta el 7 de Enero hay plazo para que los interesados puedan presentar las sugerencias pertinentes.