Las temperaturas de verano que empiezan a finales de primavera y se alargan hasta principios del otoño.
Datos de un estudio de la Agencia Española de Meteorología.
Así lo ponen de manifiesto los datos del Open Data Climático, una herramienta de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) de acceso libre a partir del mes de abril, que ha contado con información procedente de su Banco Nacional de Datos Climatológicos y, en particular, con datos procedentes de un total de 58 observatorios.
Según las conclusiones de este estudio preliminar, las temperaturas medias de todas las estaciones son cada vez más elevadas, aunque el ascenso se aprecia con más claridad en primavera y, sobre todo en verano, estación que se convierte en la más afectada por el cambio climático, pues se está volviendo más largo y más cálido.
En concreto, los datos revelan que el verano se está alargando nueve días de media por década, con lo que el verano actual abarca cinco semanas más que a comienzos de los años 80, aunque el calentamiento afecta a todas las estaciones del año. En general, las temperaturas son más cálidas ahora entre abril y octubre, lo que confirma que esta estación comienza antes y termina después. "Es algo que todos notamos y los datos nos vienen a confirmar", subraya uno de los portavoces de la AEMET, Rubén del Campo.
Los datos también revelan que las superficies con climas semiáridos están avanzando en España, y ocupan ya un 6% más que en el periodo 1961-1990, es decir, de unos 30.000 kilómetros cuadrados. Las zonas más afectadas son Castilla-La Mancha, el valle del Ebro y el sureste peninsular, al ser estas las más propensas a no registrar precipitaciones.
Con respecto a las temperaturas, el estudio confirma una tendencia a temperaturas más altas en España desde 1971, tanto en valores promedios como en máximas y mínimas, lo que afecta directamente a la población en lo referente al índice de mortalidad. Este resultado concuerda con el hecho de que los años más cálidos se hayan registrado en su mayoría en el siglo XXI.