¿Dónde está Madeleine McCann?

Los padres confesaron ante la Policía que durante la cena estuvieron comprobando que los niños se encontraban en buen estado. Realizaban las llamadas rondas de verificación. Cada 20-30 minutos comprobaban si los niños estaban bien. La primera ronda de verificación la realiza el padre, Gerry, que accede a la habitación de la niña por el patio trasero, la puerta de ese patio no estaba cerrada con llave. El padre comprueba que está todo en orden. Pero a las 9 y media aproximadamente, la madre acude para ver a los niños y encuentra la cama vacía de la menor. Según su versión, la ventana estaba abierta y las persianas subidas. Entonces Kate salió gritando, dirigiéndose al restaurante donde estaba su marido y sus amigos y allí solamente decía "¡alguien me ha quitado a Madeleine!". Hasta las 4 y media de la mañana, más de 60 empleados y huéspedes estuvieron buscando a la menor. La policía portugesa interrogó a todos los amigos que cenaron con los padres y se descubrió múltiples contradicciones entre los testimonios. La policía portuguesa examinó las fotografías tomadas por los turistas y personas que pasaba las vacaciones allí para considerar si algunos sospechosos podrían ser identificados. Los medios portugueses divulgaron que la policía judicial perseguía dos líneas de investigación: un secuestro por una red internacional de pedofilia o un secuestro por una red ilegal de adopción.

El principal sospechoso tras la desaparición de la menor fue en primera lugar, Robert Murat. El 15 de mayo de 2007 fue declarado "argüido", sospechoso de manera oficial. Prácticamente se convirtió en sospechoso porque simplemente se ofreció para ayudar en este caso. Se convirtió en el traductor oficial de la polícia. Registraron la casa de Murat pero no recabaron pruebas suficientes para acusarle de la desaparición de la menor. Pero ya estaba señalado y su imagen fue dañada por algunos rotativos ingleses.

La segunda persona investigada fue Sergey Malinka, de 22 años y de origen ruso. Las autoridades comenzaron a sospechar de él porque intercambiaron llamadas de manera frecuente Murat y él sobre la desaparición de Madeleine. El jefe de la policía portuguesa reiteró que había escasas pruebas para detenerle. Malinka habló cómo fue tratado en los medios portugueses que algunos lo tachaban de depredador sexual, pedófilo y traficante de personas.

El caso dio un vuelco cuando en septiembre de 2007 se declaró oficialmente sospechosa a la madre de Madeleine, Kate después de ser interrogada durante más de 11 horas. Este giro de la investigación se produce después de que Eddie y Keela, unos perros adiestrados para ello, detectaran olor a cadáver y sangre en el apartamento de los McCann, concretamente detrás del sofá y en la cama de matrimonio. Se habló de restos de sangre también en el maletero que los McCann alquilaron 25 días después de la desaparición (un laboratorio desmintió esa prueba, nunca confirmada, pero filtrada a la prensa por la policía portuguesa). El padre también fue interrogado durante cerca de nueve horas en calidad de testigo. Tras su declaración, se le atribuyó también la calidad de "argüido", una situación jurídica que no les impide viajar al extranjero, de hecho y tras notificárselo a la policía, viajaron con sus hijos a Inglaterra. A partir de ese momento, no se habló de secuestro sino la posibilidad de que Madeleine estuviese muerta.

En 2008, la Fiscalía archivo el caso Madeleine por faltas de pruebas. La pista más creíble se ofreció el 25 de septiembre de 2007 con el testimonio de Clara Torres, una turista española que visitó Marruecos a finales de agosto y tomó una fotografía en la que aparece una mujer que lleva a sus espaldas a una niña rubia. Esa fotografía destaca por el gran parecido físico que tenía la niña con Madeleine. Se informó a la policía española y a Scotland Yard pero no resultó efectivo, no era la pequeña Madeleine.

Hace unos días hemos conocido a través del periódico británico The Mirror que la policía portuguesa está cada vez más cerca de resolver el caso Madeleine McCann. La polícia centra la investigación en un hombre de origen extranjero que se encontraba en el Algarve en el momento de la desaparición de la niña y que se ha convertido en el principal sospechoso. Oficiales británicos y la Policía portuguesa se han reunido en Oporto para seguir con la investigación. Además, fuentes cercanas a Mirror han confirmado que "solo la Policía sabe quién es el sospechoso". Los padres han manifestado a través de un allegado que "no se hace ilusiones sobre el nuevo sospechoso".