Las colonias de felinos en las ciudades y en los pueblos, ayudan a reducir plagas de roedores, cucharachas y palomas. De esta forma favorecen la seguridad, mejoran la higiene y reducen el gasto público.
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Son numerosas las ciudades que protejen en sus ordenanzas las colonias de felinos, llevando un control para que no causen problemas.
El hecho de que los gatos se alimenten de restos de comida como las que hay en torno a las basuras, ayuda a limpiar las calles. Pero el principal beneficio está en la eliminación de animales como palomas, ratones y cucarachas, que transmiten enfermedades y que tienen un alto índice de reproducción con tendencia a provocar plagas.
La eliminación de roedores ayuda también en los campos de cultivo. Los gatos incluso contribuyen a frenar la erosión de los edificios que provocan en ocasiones los excrementos de palomas.