Esperanza Fernández no estará en la próxima Bienal de Flamenco

La cantaora ha liderado la vuelta a los escenarios en plena desescalada con el Festival Solidario "Por Amor a la Cultura"

MANOLO CASAL 5 junio 2020

La cantaora sevillana, Esperanza Fernández, desvela que no formará parte del cartel de la XXI Bienal de Flamenco de Sevilla. En una entrevista al programa Portal Flamenco, la trianera cuenta cómo se ha quedado fuera de la Bienal después de presentar dos proyectos que no han sido tenidos en cuenta. "Estoy triste por la decisión, aunque la dirección tendrá sus razones y yo no tengo que estar siempre", asegura.

En respuesta a las preguntas de Manuel Curao, la artista se ha mostrado molesta y apenada más por las formas que por el fondo de la decisión, porque "me lo comunicaron por e-mail a pesar de la relación tan buena y directa que tenemos".

Después de 30 años de carrera y éxitos históricos en la Bienal como aquel del espectáculo "A Oscuras" junto a Enrique Morente, Esperanza Fernández no quiere polémicas y aprovecha para pedir a la organización que cuente con otros artistas que merecen estar.

La cantaora ha liderado el Festival Solidario "Por Amor a la Cultura"  celebrado con el doble objetivo de recaudar fondos para las causas sociales de la parroquia San Pío X de Sevilla y para animar a los artistas a dar un paso adelante y no tener miedo ante las repercusiones económicas de la pandemia. "Ha sido una experiencia maravillosa y todo un éxito porque el amor al arte y la cultura puede con todo", confiesa.

La artista gitana habla con emoción del reencuentro con los músicos después de tantos meses y se muestra muy agradecida a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía por la cesión del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, en el Antiguo Monasterio de La Cartuja de Sevilla, lugar donde se grabó el concierto para ser retransmitido un día después a través de las cuentas de Facebook, Instagram y Youtube que se crearon para el objetivo solidario.

La cantaora, Giraldillo del Cante de la XV Bienal de Flamenco, defiende la creación de Unión Flamenca para reivindicar los derechos de los profesionales del sector. Asegura que se trata de una idea maravillosa pero lamenta  que "haya tenido que pasar esto para que los flamencos, que no tenemos sindicato ni nadie que nos defienda, hayamos decidido tener una sola voz".

Recuerda que se le paró el reloj en el Festival de la BBK, el pasado 11 de marzo, tres días antes de que se declarara el estado de alarma, y que a continuación todo se vino abajo. Toda la agenda de actuaciones se esfumó provocando el lógico desconcierto en su entorno "porque los flamencos no tenemos sueldo fijo y si no trabajamos no comemos". En ese parón en seco, destaca que la llamaron de Estados Unidos para cancelar los conciertos que tenía en el Festival Flamenco de Albuquerque, en el estado de Nuevo México.

La artista de Triana, hija de los cantaores, Curro Fernández y Pepa Vargas, dice que en plena desescalada sus padres "siguen más preocupados por sus hijos y nietos que por ellos mismos" y termina lanzando un mensaje de optimismo para desear que se hagan las cosas bien y no haya ningún rebrote, que vuelva el flamenco aunque sea con menos púbico en directo y a través de las nuevas tecnologías,  y que "seamos positivos y todo se recomponga bien".