Hacen falta mujeres en las carreras de Ciencias. Y para lograrlo hay que promover el interés desde muy pequeñas. Lo mejor es la práctica. Con ese espíritu, 50 niñas, de entre 9 y 12 años, han participado hoy en talleres de robótica, realidad virtual y con drones de la Fundación Ayesa en Sevilla.
No es ciencia ficción, es realidad aumentada. A todas les sorprende que el cubo que sujetan en sus manos sea un planeta o incluso el mismo sol.
También les encanta tocar la arena que les permite crear montañas y ríos. Repasan así la teoría al tiempo que juegan, algunas hasta repiten.
Con movimientos de sus manos e imágenes 3D buscan a Wally, lo encuentran y aprenden lo que hay detrás de los sensores. Incluso les enseñan a escribir los códigos para dirigir un robot real. También les explican cómo hacer volar un dron y que les haga una foto.
La creatividad también es esencial en la ciencia, aquí juegan con un pictionary de inventoras. Algunas tienen ya claro lo que van a ser de mayores.
Los monitores de Ayesa, que han creado los programas, están tan entusiasmados como ellas y confían en que sean futuras científicas.
Apenas un 25% de mujeres estudian carreras de Ciencias. Para que éso cambie son esenciales iniciativas como ésta. Algunas ya lo tienen muy claro.