Es la otra cara del volcán. La que atrae a curiosos para contemplar su fuerza.
Ya hay viajes organizados para ir, fotografiar y volver.
La erupción del volcán tiene otra mirada. Frente a la del miedo y horror, el volcán despierta un atractivo para muchos turistas que desean contemplar este brutal espectáculo de la naturaleza. Sobre todo de noche, cientos de curiosos se dirigen a los mejores lugares para contemplar el espectáculo.
Las agencias de viajes se han apresurado a organizar excursiones de ida y vuelta desde Tenerife a La Palma para turistas nacionales y europeos. Sólo están un par de horas ante el mirador de Los Llanos de Aridane, hacer la foto o el selfie y volver.