El Madrid no quiere el papel de favorito y el Barcelona calibra su recuperación

La Supercopa de España ya está en Arabia Saudí, donde se va a jugar el primer Clásico del año. Este martes, Carlo Ancelotti y Xavi se saludaron en el hotel antes de pisar el escenario de esa semifinal.

Ferran Torres y Pedri han entrenado con los azulgranas. Las dudas del Madrid, que parte como favorito, están en la banda derecha.

Son dos corros muy apreciados y en el mismo escenario, el estado de Riad donde este miércoles Real Madrid y Barcelona disputan la primera semifinal de la Supercopa.

Pero dos corros con mensajes diferentes. En el Real Madrid quieren evitar el exceso de confianza en un partido en que van de muy favoritos. Y en el del Barça, evitar el victimismo y pensar que se está ante una gran oportunidad para redimirse a nivel deportivo. Los jugadores los tienen claro

Ancelotti sabe que es una competición nueva y que de nada vale la diferencia sideral en Liga. Los blancos buscan un nuevo título y los azulgranas, la esperanza de que las cosas todavía se pueden enderezar esta temporada.

En el Barça han entrenado hasta Pedri y Ferrán Torres y en los blancos hay dos incógnitas en el lateral y el atacante por la derecha.

Unos treinta mil espectadores verán el primer clásico oficial de nuestro futbol de este curso, aunque lejos de territorio español.

La Supercopa de España vuelve a Arabia por una cuestión de dinero. Y como en el país de los petrodólares se quedaron con ganas de un Clásico en el 2020, para este año se estableció el criterio de emparejar al campeón de Copa con el subcampeón de Liga.

Una eliminatoria que puede acortar o ampliar diferencias en las estadísticas. Y es que el Barcelona es el rey de esta competición con 13 títulos, 2 más que el Real Madrid, aunque los merengues, en enfrentamientos directos, han ganado 6 de las 7 veces en las que se han medido a los azulgranas.

Estas 7 ocasiones, desde luego, nos han dejado momentos inolvidables, como el sensacional tanto del malagueño Aragón, en el año 90, en la vuelta de una eliminatoria que quizás pase más a la historia por el famoso pisotón, en la ida, de Stoichkov a Urízar Azpitarte que le costó 6 meses de suspensión.

La expulsión de Cristiano en el Camp Nou en el 2017, la última que les enfrentó y que se acabó apuntando el equipo de Zidane, o el imperdonable dedo en el ojo de Mourinho al ya fallecido Tito Vilanova en la única SUPERCOPA que el Barça le ha ganado al Real Madrid, aunque el portugués se hiciera el sueco.