El edificio está en el paseo ciudad de Melilla de Málaga
Fue construido en los años 70 y es obra del arquitecto Antonio Lamela
Cuando en 2019 Marina y su marido empezaron la lucha por proteger el edificio la cosa pintaba mal. La mayoría de sus vecinos veían el vestíbulo viejo y querían cambiarlo todo, no apreciaban su valor patrimonial. Así que en junta vecinal se aprobó la reforma. Iba a desaparecer techo, solería, gresite y mobiliario.
El colegio de arquitectos recogió la preocupación de algunos vecinos y llegaron los apoyos de expertos y universidades. Patrimonio de la Junta resolvió en marzo que el edificio quedaba protegido.
El colegio de arquitectos destaca el gran trabajo de Antonio Lamela en los años 70, un edificio ligero a pesar de su grandiosidad y con un portal congelado en el tiempo
La protección patrimonial que tiene el edificio permite que cada vecino haga dentro de su casa las reformas que quiera, pero impide que en otros inmuebles se destruya patrimonio de los años 70.