juicio en almería
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La acusada de asesinar a su hijo dice no recordar por qué lo mató

Este lunes se ha iniciado su vista oral en la Audiencia provincial de Almería

Un jurado popular juzgará a Ana María B.L., que se enfrenta a prisión permanente revisable

Sergio Fernández, el padre del niño, ha asegurado al inicio del juicio que su expareja "quería hacer daño y hacerse ver"

CANAL SUR MEDIA 15 marzo 2021

Ha comenzado, este lunes, en la Audiencia Provincial de Almería, la vista oral contra Ana María B.L., la mujer de 38 años,  acusada de asesinar a su hijo Sergio de 7 años tras asfixiarlo en su vivienda de Huércal de Almería, para después trasladar su cuerpo hasta las Norias de Daza en El Ejido donde fue detenida el 10 de octubre de 201.

Se enfrenta a la pena de prisión permanente revisable.

En este primer día de juicio con jurado popular, la acusada ha asegurado no recordar nada de esa mañana hasta que se vio rodeada por la Guardia Civil en el interior de su vehículo porque ese momento "está en una cápsula" y lo tiene "bloqueado" en su mente. "No sé por qué lo hice", ha manifestado.

A preguntas de la Fiscalía, quien solicita para ella una pena de prisión permanente revisable a pesar de observar una atenuante analógica de alteración psíquica, la acusada ha negado recordar que la mañana de los hechos habría tomado el cordón de una bata y habría acabado con la vida de su hijo en su vivienda para después montarlo en el asiento delantero de su vehículo y dirigirse a la casa de la expareja de su padre, quien al ver la situación llamó a los servicios de emergencias.

"Me vi en Las Norias rodeada de Guardia Civil y me decían cosas y me hacían gestos con la mano, pero era tal el nerviosismo, el estrés y la angustia que no era capaz de hacer lo que me decían", ha dicho la acusada, quien ha rechazado además que tratara de embestir a los agentes que le bloquearon el paso con los vehículos policiales para tratar de huir; hechos por los que también se piden 18 meses de prisión.

Ha negado que su intención fuera la de huir en ese momento ya que el dinero lo llevaba consigo desde hacía "varios días". 

Durante el juicio presidido por la magistrada presidenta Alejandra Dodero, la acusada ha manifestado que "jamás" había amenazado anteriormente a su hijo ni le había dicho que iba a huir con él al mismo tiempo que ha rechazado que le dijera que le iba a "teñir el pelo" para fugarse ambos porque "no era conveniente" decir "a un niño tan pequeño cosas en contra de su padre".

La acusada ha relatado varios episodios de "brotes psicóticos" entre los que ha apuntado el último que sufrió el verano antes de los hechos por el que llegó a estar ingresada en la unidad de Salud Mental durante nueve días "involuntariamente".

Ha asegurado que el menor era "consciente de que tenía una enfermedad" y que la familia de su expareja sí hablaba de ella. "Me decía 'mamá estás loca' y yo le decía que eso no se decía, y él me decía 'perdóname, es porque lo dicen papá y los abuelos'", ha explicado.

La mujer ha afirmado que su intención "no era hacer daño" a su expareja y padre del menor, con el que una semana antes de los hechos había tenido un juicio para determinar las medidas de custodia, ya que el hombre quería estar completamente a cargo del niño.

Ha dicho que "estaba tranquila porque era para mí imposible que me quitaran al niño", y que se enteró "por un familiar" que le habían dado la custodia del niño al padre cuando ella "ya estaba en prisión".

La acusada ha contado que se encuentra "arrepentida" de lo ocurrido. "Daría mi vida por volver atrás y que no sucediese lo que sucedió". 

La Fiscalía y la acusación particular piden prisión permanente revisable, si bien el Ministerio Público aprecia la atenuante analógica de alteración psíquica.

Al margen de la pena de prisión permanente por un delito de asesinato con alevosía, el Ministerio Público interesa que se prohíba a Ana María B.L. residir en el lugar donde reside la familia de Sergio o acudir al lugar en el que se ha cometido el crimen por periodo de 30 años, y se fije alejamiento a un kilómetro de los allegados por parte de padre.

Como responsable civil directa, solicite que indemnice con 300.000 euros a su exmarido, con 160.000 euros a cada uno de los abuelos paternos y con 120.000 euros a cada uno de sus tíos "para reparar" el daño moral causado. Por el delito de atentado a autoridad, solicita la pena de 18 meses de prisión.

Sergio Fernández, el padre del niño, ha asegurado este lunes ante del inicio del juicio que su expareja "quería hacer daño y hacerse ver" ya que "había malos tratos" anteriores, de modo que la muerte del menor fue la "última consecuencia" de sus actos, que obró de manera consciente, según ha defendido.

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