Primer juicio por la muerte de Jesús Rosado, el chico de Palomares asesinado en Halloween de 2022

María del Carmen Jiménez, la madre de Jesús Rosado, el joven de 18 años asesinado en Palomares del Río (Sevilla) el 1 de noviembre de 2022, ha pedido este viernes que se reforme la ley que enjuicia a menores por delitos graves ya que, como en el caso de la muerte de su hijo, ha defendido que "un joven con 16 o 17 años es plenamente consciente de sus actos, y debería serlo también de sus consecuencias".

Así lo ha declarado a las puertas del juzgado de Sevilla donde este viernes se juzga a uno de los presuntos asesinos de su hijo, que era menor de edad cuando se produjeron los hechos, y para que el que la Fiscalía pide una condena de ocho años de internamiento en régimen cerrado por asesinato y robo con violencia en grado de tentativa, petición que la familia de la víctima, como acusación particular, eleva a diez años.

Ante un grupo de personas que la han acompañado antes de iniciarse el juicio y, que se han concentrado con una pancarta reclamando justicia, María del Carmen Jiménez ha dicho que, a pesar de confiar en el proceso judicial, no quiere "parecer una ilusa", y espera que se demuestre "que a Jesús, nuestro hijo, un joven normal, lo asesinaron en grupo, a sangre fría y sin ningún motivo".

El Juzgado de Menores número uno de Sevilla acoge este viernes por la mañana el juicio al entonces menor de edad acusado del apuñalamiento mortal de Jesús Rosado la noche de Halloween de 2022, cuando la víctima regresaba a su casa en Palomares del Río. 

Familiares y amigos de la víctima se han concentrado ante el juzgado bajo el lema "que el mal no dure y que el bien no se  rinda". 

Por esta muerte fue detenido un menor de la localidad próxima de Coria del Río, que fue internado en un centro de menores y al que ahora se juzga ya siendo mayor de edad. Meses después del crimen también se conoció el ingreso en prisión provisional de otro investigado mayor de edad. 

Para la madre de Jesús estos no son los únicos culpables. “Cinco personas le cercaron”, recuerda. El joven recibió una brutal paliza de un grupo de cinco personas. Jesús regresaba de Sevilla hacia su casa en la localidad de Palomares del Río.

Cogió el último metro y llegó andando hasta la urbanización pero se dio cuenta de que no llevaba llaves y por no molestar en casa llamó a su hermano pequeño que estaba en un parque a unos 400 metros. Allí se encuentra con él que estaba con otros jóvenes, le da las llaves y se dirige hacia su casa. Por el camino un grupo de 5 jóvenes según se aprecia en las cámaras de algunas viviendas vecinas, se giran hacia él y comienzan a darle una paliza en la que utilizan una barra de defensa extensible y lo apuñalan con un arma blanca.

Estaba junto a la puerta de su casa en el suelo cuando una moto con dos personas lo ve y llaman al 112 y comienzan a socorrerlo siguiendo instrucciones telefónicas mientras van de camino Guardia Civil y emergencias sanitarias. Eran las cuatro menos cuarto de la madrugada. Su madre escucha los ruidos de la moto y sale de casa por si necesitaban ayuda. Se encuentra a su hijo moribundo y ensangrentado. Tenía una puñalada en el corazón. En el momento en el que murió Jesús llevaba todas sus pertenencias consigo. No fue víctima de un robo.