Existen lesiones y enfermedades oculares que pueden dañar la córnea de nuestros ojos. Para tener una visión buena, la córnea debe ser transparente y estar sana. Si tiene cicatrices, está hinchada o dañada, no vemos bien. Hace falta curar o reparar nuestra córnea, y en ocasiones es necesario un trasplante de córneas como le sucedió a María del Socorro García, que nos cuenta su experiencia: comenzó a ver mal por culpa de una enfermedad hereditaria.