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La imprescindible labor de las mujeres en la primera línea anticovid

Son mayoría en el sector sanitario, en el de la limpieza y en el cuidado de nuestros mayores, importantes siempre, aunque ahora hemos comprendido que son imprescindibles. 

CANAL SUR MEDIA 6 marzo 2021

Este lunes celebramos el Día de la Mujer, un Ocho de Marzo marcado por las limitaciones que impone la pandemia pero que es también una oportunidad para reconocer el papel decisivo que están jugando las mujeres en esta crisis. Son mayoría en el sector sanitario, en el de la limpieza y en el cuidado de nuestros mayores, importantes siempre, aunque ahora hemos comprendido que son imprescindibles. En Los Reporteros les damos voz a ellas, a la mujeres en primera línea contra el covid.

"Emocionalmente estamos ahora todos peor pero porque esta ola es peor. Y los pacientes llegan en más malas condiciones que en la primera ola". Así se expresa María, que es TCAE, lo que antes conocíamos como auxiliar de enfermería, un trabajo técnico, al compás de las enfermeras, que ella realiza en la UCI. Forma parte del cerca de millón de mujeres que, en España, trabaja en actividades sanitarias, casi el 80% del total de este sector, y que la pandemia ha situado en primera línea frente al covid. Profesionales que lo están dando todo, cumpliendo con su trabajo, sí, pero la entrega y la humanidad en tiempos tan duros, es cosecha de ellas.

Como ella, Pepi Caballero, coordinadora unidad gestión clínica del SCCU Área Sur Sevilla, nos cuenta la incertidumbre y el temor de los pacientes que llamaban con una sintomatología que resulta que no sabía si podía ser positivo en covid". Pepi lleva veinte años trabajando en este servicio de emergencias del área sur de Sevilla. Coordina un equipo eminentemente femenino. Son, en muchas ocasiones, las primeras en acudir ante un posible caso de coronavirus. "Nosotros aquí hemos visto en esta tercera ola mucha más asistencia relacionada con covid que en la primera y en la segunda ola"

"Todo era incertidumbre, miedo, no sabíamos ni ponernos los epi", recuerda Isabel Melguizo, médica internista Hospital de Valme, "no sabíamos a lo que nos enfrentábamos, era un virus nuevo, lo habíamos escuchado en China, era muy agresivo pero ahí nos presentamos las dos con otras muchas mujeres, de diez mujeres, solo había un hombre y ahí hemos aguantado primera ola, segunda ola, tercera ola…" Después de veinte años de trabajo conjunto, Isabel y Asun han seguido uniendo fuerzas presentándose voluntarias para las plantas covid del hospital. Estas profesionales nos describen los "muchos roles" que asumen: "El rol de médicas por la mañana, y es difícil, pero el rol de familia, hija, madre, esposa, hermana, prima, ha sido también muy difícil".

Del trabajo en la UCI nos habla Marian Peciña, enfermera Hospital Universitario Virgen Macarena: "Para mí, no es un trabajo normal,no estoy echando horas de trabajo, yo estoy echando parte de mí en ese trabajo". Tiene un hijo de nueve años, el pequeño Tiago. Cuidar de él y estar al cien por cien en su trabajo está siendo muy difícil. "Por mucho que te pongan de valiente y de héroe teníamos mucho miedo y seguimos teniendo mucho miedo".

Para Luisa Cantón, médica intensivista del Hospital Universitario Virgen Macarena, "en la tele lo relativizan mucho, lo dan como números pero para nosotros no son números, tú te acuerdas de los nombres, te acuerdas de sus cara, te acuerdas cuando a lo mejor lo has tenido que intubar y a lo mejor el paciente, la cara del paciente… las palabras que te ha dicho Y es difícil". Luisa es desde hace 17 años médico intensivista, un trabajo integral del paciente que se ha visto arrollado por un tercera ola que está siendo destructiva.

El calor del trabajo en equipo y pequeños gestos cotidianos que den algo de normalidad ayudan en esta cadena de esfuerzo contra el covid. Quizás el trabajo de rehabilitación que hace Lola Rpmero, médica rehabilitadora Hospital Universitario Virgen Macarena, sea uno de los más desconocidos: "Los pacientes están hospitalizados, algunos intubados, inmovilizados, pierden la voz además algunos tienen otra morbilidad, otras enfermedades concomitantes con el covid, algunos sufren ictus, es decir, que el paciente luego necesita mucha ayuda para recuperarse".

Las vacunas han llevado la esperanza a las residencias de mayores, tan castigadas por la pandemia y donde la mayoría de trabajadores, son mujeres. En esta de Coín, en Málaga, donde trabajan Fuensanta y Dori, solo hay seis hombres entre los empleados.

La lucha contra el covid tiene en la investigación su mejor aliada. Dirigiendo un proyecto nacional para saber cómo afecta el covid a las personas trasplantadas, encontramos a una medalla de Andalucia, la profesora y doctora Elisa Cordero. "A raíz de los resultados que vamos teniendo los vamos trasladando a días de práctica clínica para tratar a estos pacientes y hay cosas que hemos dejado de hacer que hacíamos y otras cosas que no hacíamos. Y todavía nos queda porque estamos comenzando".

Cada una de estas profesionales lleva un año volcando todo su esfuerzo en primera línea contra el coronavirus. Están agotadas pero la recompensa tiene nombre propio. El de Lu, una joven alemana de 19 años que estaba de Erasmus en Sevilla y que no dejaron morir en la UCI del Macarena. O el de Remedios, la primera paciente de covid grave que entró casi en coma en el hospital de Valme y logró salir por su propio pie. Porque curar y cuidar son verbos que ellas manejan con destreza en todos los tiempos. También, en este de pandemia.

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