Los Reporteros homenajea a las primeras mujeres alcaldesas

Esta semana se han cumplido 45 años de las primeras elecciones municipales de nuestra Democracia, los primeros comicios locales en los que podían votar las mujeres. Sin embargo, solo nueve de ellas se convirtieron en alcaldesas. Asumieron el mandato sin conocimientos políticos, rodeadas de prejuicios por el hecho de ser mujer pero con muchas ganas de mejorar la vida de su pueblo. Mujeres comprometidas que abrieron el camino de la política a las siguientes generaciones. Aunque cuatro han fallecido ya, Los Reporteros ha conseguido reunir a las otras cinco pioneras. Escucharlas es recordar nuestra propia Historia.

Han escrito una página de la historia de Andalucía que estaba en blanco. Por eso, reunirlas en el Parlamento andaluz es un privilegio y un acto de justicia. Son las primeras alcaldesas andaluzas de nuestra Democracia.

Entre ellas, Encarnita Anguita quien, a sus 92 años, conserva una salud de hierro y una mente lúcida que ejercita a diario con lectura- aún lee sin gafas- y ejercicios matemáticos. Con 47 años, Encarnita ganó las elecciones al frente de la Unión Progresista Independiente de Frailes. Consiguió cuatro concejales y se puso al frente de la alcaldía con una idea muy clara.

Solo otra mujer formaba parte de aquella corporación. María iba de número cuatro por la UCD y colaboró estrechamente con Encarnita. Frailes tenía entonces poco más de dos mil habitantes. Hoy ronda los 1.500. Situado en la Sierra Sur de Jaén, fue antiguamente un lugar de recreo conocido por su balneario y la abundancia de agua. Una riqueza que se convirtió también en un problema.

Encarnita no se presentó a la reelección pero estuvo cuatro años más de concejala en la oposición. En su pueblo le han dedicado esta plaza. Su nombre no caerá en el olvido. Al frente del municipio ahora hay otra Encarnación. Si durante el mandato de Encarnita el principal problema era el control del agua, ahora el reto es conseguir frenar la despoblación.

María Morón fue alcaldesa de El Granado, Huelva entre 1979 y 1991. Con determinación y mucho esfuerzo, María se convirtió en la primera taxista de su pueblo. Estuvo más de treinta años al volante. Su gran orgullo es su hijo, que es físico y vive en Barcelona, lejos de El Granado, un municipio del Andévalo onubense fronterizo con Portugal. Cuando nació María, el pueblo superaba los mil habitantes y había prosperado, desde el siglo XIX, con la explotación de las minas. Fue entonces cuando se construyó el cargadero de mineral en el Puerto de la Laja. Hoy, con la mitad de habitantes de entonces, y cerrado el capítulo de la minería, intenta trazar un futuro aún incierto.

En 1991 pasó a la oposición y siguió como concejala hasta 1995. Recuerda aquellos años con satisfacción pero sin nostalgia porque cree que, en política, hay que saber retirarse a tiempo y dar paso a nuevas generaciones. Nos lo cuenta camino del Ayuntamiento donde hoy gobierna otra alcaldesa de solo 29 años.

Pilar Granados fue alcaldesa de Villaharta, Córdoba, entre 1979 y 1981. Encabezaba una lista independiente. El municipio del Valle del Guadiato está a treinta y seis kilómetros de Córdoba. Durante su mandato, Pilar recorría con frecuencia esa distancia para pedir ayudas a la Diputación.

Solo habían pasado cuatro años desde la muerte de Franco. Dos, desde las manifestaciones del 4 de diciembre en las que cientos de miles de andaluces salieron a la calle para pedir Autonomía. Andalucía es a finales de los setenta una región deprimida y subdesarrollada, esencialmente rural, con un índice de paro que doblaba la media de España. En más de cien pueblos, no existía alcantarillado ni agua corriente en las casas. En una de cada cinco viviendas, no había tampoco luz.

La Democracia aparecía como una oportunidad de cambio. En los municipios más pequeños, ofrecían encabezar las listas electorales a quienes consideraban más formados, maestros y médicos. La principal misión de aquellos primeros alcaldes y alcaldesas fue acometer las obras más elementales.

La principal misión de aquellos primeros alcaldes y alcaldesas fue acometer las obras más elementales. Pilar no llegó a completar su mandato. Dimitió porque estaba embarazada de su tercer hijo y su marido se trasladó a Córdoba. No podía compatibilizar su vida personal con la alcaldía.

Mari Ángeles Esteban fue alcaldesa de Alájar, en Huelva, entre abril de 1979 y noviembre de 1979. Con su título de médica, Mari Ángeles llega a Alájar dejando a su marido, por trabajo, en Sevilla. Le acompañan sus dos hijos pequeños y muchas ganas de ser útil al pueblo. Por aquel entonces, la sanidad se resumía en la figura del practicante que ponía las inyecciones.

A “doña Ángeles”, como se hacía llamar creyendo así que sería más respetada, le propusieron ir la número uno en una agrupación independiente para las elecciones municipales.

Alájar es uno de los puntales del turismo rural de Huelva. Su espléndida Naturaleza da vida a este pueblo serrano que se llena de turistas los fines de semana. Tiene algo más de 800 vecinos, un centenar menos que en tiempos de Mari Ángeles. Y mientras, seguía trabajando como médica

Adoración Antolín fue alcaldesa de Uleila del Campo entre 1979 y 1983. Adoración, a quienes todos llaman Dora, fue, con 25 años, la alcaldesa más joven de Andalucía y una de las más jóvenes de España. Es hija de emigrantes como una buena parte de los algo más de ochocientos habitantes del almeriense Ulelila del Campo, en la comarca de Los Filabres-Tabernas. Dora tuvo una temprana vocación de política.

Se convirtió en la secretaria local de la UCD. Por entonces, estaba embarazada de su única hija, de la que fue padrino el presidente del gobierno Adolfo Suárez. Aún conserva el telegrama en el que la felicita por el nacimiento. Dora encabezó la candidatura centrista en los comicios municipales.

Fue de los pocos alcaldes andaluces que se negó a que su ayuntamiento suscribiera la iniciativa de la Junta de Andalucía de que la Comunidad accediera a la Autonomía por el artículo 151 de la Constitución y votó en contra de la autonomía.

Era la única mujer en el ayuntamiento y recuerda que empezó su primer pleno pidiendo disculpas por ser mujer y ser joven. En 1995 abandonó para siempre la política.

Son todas las que están pero no están todas las que fueron. Cuatro de aquellas primeras nueve alcaldesas andaluzas de la Democracia ya han fallecido. Pilar Pulgar, histórica alcaldesa de Palos de la Frontera, en Huelva, María Villalpando, alcaldesa de Senés, en Almería, También en la provincia almeriense Carmen Amate fue alcaldesa de Pechina, Y en la localidad sevillana de Palomares del Río, otra socialista, Carmen Pichardo, fue alcaldesa durante ocho años. Actualmente, en Andalucía hay 785 municipios. 186 de ellos, tienen una alcaldesa. Aún son pocas pero para ellas, el camino ha tenido menos obstáculos porque estas pioneras empezaron a recorrerlo hace ya 45 años”.