Los Reporteros
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Lejos de Ucrania

Se cumplen dos años de la llegada de los primeros refugiados de Ucrania a Andalucía.

En "Los Reporteros" hablamos con algunas de estas personas, la mayoría mujeres solas con sus hijos.

La reciente reelección de Putin como presidente de Rusia, aunque esperada, aleja el momento de regresar a casa.

CANAL SUR MEDIA 23 marzo 2024

Se cumplen dos años de la llegada de los primeros refugiados de Ucrania a Andalucía. Un tiempo que ha sido difícil, con la barrera del idioma y el peso de las ausencias. En "Los Reporteros" hablamos con algunas de estas familias, la mayoría mujeres solas con sus hijos.

En estos meses han ido integrándose en un nuevo entorno, pero sin olvidar el horror de lo vivido en los primeros momentos de la guerra y el país que dejaron atrás.

Frente al desarraigo, cuentan con la solidaridad de los muchos andaluces que los han acogido.

En los primeros meses de 2022 casi siete millones de personas buscaron refugio en otros países de Europa, huyendo de la invasión rusa de Ucrania y de la consiguiente guerra. 200.000 de ellas llegaron a España. Dos años después, su futuro está lleno de incógnitas.

La duración de la guerra, que se han convertido en un conflicto de baja intensidad, pero sin visos de acabar, y la reelección de Vladimir Putin en la presidencia de Rusia desvanecen las esperanzas de regresar pronto a Ucrania.

María Gracia Belloso, presidenta de la Asociación La Casa de Ucrania de Carmona (Sevilla) es una de las personas que aquí en Andalucía ha brindado apoyo a estos refugiados y les ha proporcionado recursos para empezar una nueva vida.

Diez familias incompletas, solo mujeres y niños, viajaron en un autobús durante tres largos días cruzando toda Europa. Pensaban que llegarían a Polonia, pero, tras un duro viaje de tres días, acabaron mucho más lejos, en la ciudad de Carmona.  

Aquí encontraron a una familia que iba a dejarles una casa de más de 1.000 metros cuadrados para que pudieran estar al menos los 3 meses que suponían duraría la invasión de su país. Han pasado dos años y de las 31 personas que llegaron, 13 permanecen en la casa.

La solidaridad de vecinos y conocidos ha sido clave para poder montar este nuevo hogar y para que estas mujeres aprendieran el idioma y consiguieran un empleo. Varias trabajan en el sector de la hostelería, otras han montado un pequeño negocio. Los menores están escolarizados.

La vida sigue, lejos de su tierra. Aseguran que se han adaptado bien, pero todos sueñan con volver pronto a la vida que dejaron atrás. 

 

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