Fitur y la fuerza de la industria turística

Hoy empieza Fitur, la Feria Internacional de Turismo, en Madrid, a la que acuden cientos de alcaldes y concejales, consejeros y diputados, tratando de enganchar más turistas para hacer caja. En los años del 'Macarena', Fitur era como un viaje de fin de curso para ayuntamientos y diputaciones que acudían a la villa y corte para sacudirse el pelo de la dehesa con cargo al presupuesto. Los AVEs iban repletos de agregados al sector que por la noche hacían cola en "Lucio". No sé en qué proporción aquellas fiestangas contribuyeron a que Andalucía haya tenido 32 millones de turistas en 2019 y España haya pasado de los 84 millones. Porque ante tales récords de visitantes lo único que se puede hacer es agachar la cabeza y bajarse los pantalones, en una Andalucía que fía su crecimiento al turismo.

Pero conviene no olvidar, por ejemplo, que Venecia ya ha protagonizado la primera manifestación contra el turismo, Dubrovnik está desbordada y en Barcelona reniegan de Gaudi y toda su descendencia ¿Y qué decir de nuestra tierra? Que lo cuenten quienes buscan piso en Granada, Córdoba, Sevilla o Málaga, donde cada día es más evidente que el turismo es más importante que los residentes habituales. Cada vez es más complicado encontrar alquiler de más de un año a un precio decente, la vida se hace más cara y la oferta de alojamiento se orienta hacia el turismo. La gente se ve obligada a irse a la periferia buscando una vida menos cara. Eso implica el sentimiento de ser expulsado de tu sitio de vida por los guiris. Los propietarios prefieren alquilar el piso a los turistas, que le reporta mayores beneficios, vienen y se van. ¿Alguien piensa en este problemón? O es que, acaso, queremos tener ciudades turistas convertidas en Disneyland. ¿Para esto gasta Turismo Andaluz 80.000 euros al día en propaganda? ¿El objetivo no era hacer ciudades sostenibles?