El dueño de Magrudis y su hijo siguen en prisión

Hasta ahora los únicos encausados por el brote de listeriosis son el dueño de Magrudis, José Antonio Marín Ponce y su hijo, Sandro Marín. Ambos permanecen en prisión provisional, comunicada y sin fianza desde el pasado 26 de septiembre.

En esta misma situación van a continuar después de que la jueza de Instrucción número 10 de Sevilla, haya rechazado esta semana los recursos presentados por sus abogados. Mantiene la medida ante el riesgo de fuga y para evitar la ocultación, alteración o destrucción de pruebas relevantes. Se les atribuye inicialmente un presunto delito contra la salud pública, tres de homicidio por imprudencia, dos de lesiones a feto con resultado de aborto y lesiones imprudentes.

Se recoge también que en algunas conversaciones telefónicas, José Antonio Marín ordenaba destruir documentos de la empresa y deshacerse de productos elaborados por Magrudis, a lo que hay que añadir que en agosto ocultó a las autoridades sanitarias, información esencial para evitar que se continuara consumiendo productos infectados.

El hijo menor, Mario Marín, también fue detenido pero puesto después en libertad.

Se ha ordenado la destrucción de los cerca de 7.000 kilos de carne intervenida, que tendrá que ser sufragado por el Ayuntamiento de Sevilla. Por ello, se personará como acusación particular como perjudicado en la causa.