Las primeras lágrimas: las de Geraldine
Ni siquiera han llegado a su destino y las emociones están a flor de piel. Geraldine no puede contener las lágrimas en el autobús cuando se acuerda de que ha dejado atrás a asu marido
A Geraldine se le hace muy dura la separación. Ella y su marido Ángel están muy enamorados y sobrellevan una relación a distancia por cuestiones de trabajo. Javier intenta consolar a Geraldine en el autobús.
La mujer ha empezado a llorar al acercarse a Gribraltar, un lugar que le trae muy buenos recuerdos: su marido y ella se "escaparon" al Peñón y allí celebraron su boda. Todo lo improvisaron sobre la marcha: del vestido y las flores a los testigos del enlace.
Geraldine se sincera con Javier y solo tiene buenas palabras para su marido: "Ángel es lo mejor que me ha pasado en la vida" concluye nuestra inglesa, antes de fundirse en un abrazo con Javier.
