Se llama Dariel Godoy González, tiene 21 años, es técnico en Química Industrial y natural de La Habana, uno de los paraísos tropicales más bonitos del Caribe.

Vive en La Habana con su familia y su chica, Jimena. Aunque de pequeño vivió con su bisabuela Catalina. Ella fue la primera de hablarle de su tierra, algo que continuó, ya de más grande, su abuelo Nelson, que si pudo visitar en un par de ocasiones Rociana. Fueron tan impactantes las historias que les llevó a Cuba, asegura, que él está deseando venir a conocer la tierra de sus antepasados.

Sus orígenes andaluces provienen de la localidad onubense de Rociana del Condado. De ahí llegaron sus tatarabuelos a Cuba, junto a toda la familia, quizás el hecho de haberse ido todos ha hecho que hayan trasmitido, generación tras generación, ese sentimiento andaluz que aún tienen los más jóvenes de la casa.

Dariel cree que hay trenes que solo pasan una vez en la vida y “Los Descendientes” es su tren, la oportunidad que no puede dejar pasar. Y como buen apasionado y practicante de nuestro deporte rey, el fútbol, en su visita le encantaría ir a un estadio grande, de los de verdad, como él mismo dice; y si fuera del Recreativo de Huelva, eso sería todo un honor. Además, le gustaría aprender ciertos acordes y rasgados típicos del flamenco para, al regresar a Cuba, poder tocárselos a su gente.

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