Espacio protegido

La dehesa de Tablada camina por un limbo de indefinición

Por su tamaño y características la dehesa de Tablada es un territorio inusual, un gran parcela no urbanizada en el corazón del área metropolitana de Sevilla.

Puedes ver más noticias en Espacio protegido y el programa completo en la plataforma de CanalSur Más.

CANAL SUR MEDIA 5 mayo 2024

El programa Espacio protegido pone su mirada sobre un territorio muy particular. Estamos en la dehesa de Tablada. Un lugar estratégico por su magnitud, de 350 hectáreas, pero aun más por su ubicación, en el centro del área metropolitana de Sevilla y bordeado por el cauce del Guadalquivir.

En la península donde se asienta, se abre el canal de navegación que es puerta hacia el mar y hacia Doñana. Y esa misma vía fluvial orienta a las aves migratorias y trae los vientos predominantes de la ciudad. Todas estas circunstancias dotan a Tablada de una alta potencialidad para brindar servicios ecosistémicos, como salud y calidad de vida, a la población del área metropolitana de Sevilla.

Si algún animal está ligado a la historia de esta planicie son los rebaños de herbívoros. Tras servir de campamento en el asedio a la conquista de la ciudad, Tablada fue cedida a los sevillanos por Alfonso X "El Sabio" para este fin. Aquí se reunían y pastaban reses y ganados que daban abasto a los mercados de la ciudad. Y, cerca de ocho siglos después, todavía continúa.

Arquitectos, geógrafos y científicos nos hablan de renaturalizar Tablada para crear un espacio con una vinculación más fuerte con Doñana y con el Guadalquivir; crear humedales estacionales para las aves y anfibios; favorecer el asentamiento de los murciélagos, que tanto benefician al ser humano; mejorar el bosque de ribera con especies autóctonas; y mantener un espacio para el pastoreo.

La dehesa de Tablada camina por un limbo de indefinición, es un espacio protegido a medias. Su inundabilidad, los planes urbanísticos, el PGOU municipal, el POTAU de la Junta, la Confederación Hidrográfica, la defienden por ahora del ladrillo, pero está en manos privadas. Las constructoras, propietarias actuales, la compraron para construir. Buena parte de la ciudadanía y los conservacionistas la quieren Pública y Verde.