Nos lo cuenta Gregorio Rodríguez, un guarnicionero que calza a los más reputados toreros y rejoneadores de nuestro país.
La tecnología es importante, pero la mano del artesano no tiene máquina que la iguale. El cariño y dedicación que ponen en la creación de cada pieza es insustituible. De esto sabe mucho Gregorio Rodríguez. En su taller de Hinojos, en Huelva, fabrica botas, zahones, cinturones, zapatos... todo realizado a medida y al milímetro, como se hacía antiguamente.
Este guarnicionero nos explica los pasos que sigue para elaborar cada una de sus piezas, única y de calidad. Y aprovechamos para preguntarle cómo cuidar unas botas de piel. ¿Quieres saberlo?