"Murieron de hambre y sed tras seis días a la deriva"
Han aparecido dos cadáveres, uno en El Palmar y otro en Chipiona
Los 10 inmigrantes iban a bordo de una embarcación de juguete
El único superviviente, menor de edad, relata el aterrador viaje
Un menor de Guinea que ha sobrevivido a un viaje en patera y ha llegado a la costa de El Palmar, en Cádiz, ha desvelado una nueva tragedia en El Estrecho que ha costado la vida a los nueve inmigrantes que viajaban con él en una pequeña lancha de juguete, ha informado la Guardia Civil.
Una de las víctimas es la mujer subsahariana de unos 30 años cuyo cadáver apareció en la playa de El Palmar, en el municipio gaditano de Vejer de la Frontera, ayer por la tarde.
Otro es un varón subsahariano cuyo cuerpo ha sido hallado en la playa de Los Corrales, en Chipiona, a unos 90 kilómetros de El Palmar, sobre las 6:30 de esta mañana.
Son dos de las nueve muertes en un nuevo drama en El Estrecho que la Guardia Civil conoció el pasado lunes por la tarde, cuando unos surfistas rescataron del agua de la playa de El Palmar a un muchacho de unos 16 años con una hipotermia severa.
La Guardia Civil trasladó al chico al hospital de Puerto Real, donde permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos, y, al hablar con él, pudieron conocer los detalles de este nuevo drama de la inmigración irregular.
El menor contó que salió hace dos años solo de su casa y que en este tiempo ha viajado por el norte de África tratando de reunir dinero para alcanzar Europa con la esperanza de "buscarse la vida", según fuentes del caso.
En Tánger (Marruecos) pagó 700 euros a una organización que supuestamente le iba a hacer llegar en una lancha neumática con motor a la costa española con otras seis personas.
"Lo que iban a ser seis personas fueron diez y lo que iba a ser una lancha a motor se convirtió en una 'toy' (lancha hinchable de juguete) con un sólo remo", han explicado las fuentes.
El muchacho ha relatado que en ese momento sólo vio delante dos opciones, ser detenido por la policía marroquí o hacerse a la mar en esas condiciones, y optó, como las otras nueve personas, todo hombres salvo una mujer, por lo segundo.
En esa frágil 'toy' estuvieron una semana en el mar, intentando alcanzar la costa de Cádiz, sin tener ningún mínimo conocimiento de navegación ni de las intensas corrientes de mar que se dan en la zona.
El frío, la falta de alimentos y agua, y el fuerte oleaje hizo que el viaje se convirtiera en una travesía "dantesca", según describe una agente de la guardia civil.
En el camino algunos de los ocupantes murieron en la embarcación y sus compañeros de viaje tiraron sus cuerpos al agua.
Otros, según el relato de este muchacho, cayeron al agua y se ahogaron porque ni ellos tenían fuerzas para volver a subir a la lancha de juguete ni los que iban en ella las tenían para ayudarles a subir de nuevo.
El resultado es que sólo este chico ha llegado con vida a la costa de Cádiz, aunque con una hipotermia severa.
Tras el hallazgo del cadáver de la mujer ayer por la tarde y el del hombre esta mañana, la Guardia Civil no sabe si pueden llegar más cuerpos a esta costa, ya que cree que muchos de ellos perecieron en alta mar.
Esta nueva tragedia se produce cuando aún esta misma semana, el pasado lunes, aparecía un nuevo cadáver de la patera que naufragó el pasado 5 de noviembre en la playa de Caños de Meca, con lo que el número de víctimas de este siniestro se ha elevado ya a 23.
