Jeff Astle o el peligro de rematar de cabeza

Manuel Ladrón de Guevara
Manuel Ladrón de Guevara 27 febrero 2020

Este delantero típicamente inglés a quien vemos cabecear a la red una y otra vez, es Jeff Astle. apodado el rey, jugó 361 partidos con el West Bromwich Albión entre la década de los 60 y los 70. Marcó 174 goles, la mayoría de cabeza. A su muerte, ocurrida en 2002, los forenses descubrieron que los traumas menores repetidos habían provocado la enfermedad neurodegenerativa que acabó con él a los 59 años.

Tenía un problema cerebral asociado a quienes practican el boxeo. Un estudio reciente de la Universidad de Glasgow, a petición de la Federación Inglesa de fútbol, ha revelado que los futbolistas son tres veces más propensos a morir de demencia. La investigación trata de encontrar la relación entre las enfermedades cerebrales y el hecho de golpear la pelota con la cabeza. Concluye que los jugadores de fútbol tienen más riesgo de fallecer a causa de enfermedades neurodegenerativas, pero son menos propensos a ataques al corazón y algunos cánceres.

El estudio se realizó sobre futbolistas que jugaron en Escocia entre 1900 y 1976. No tiene en cuenta, por tanto, la evolución de los balones de fútbol. No es lo mismo cabecear los balones de hoy en día, que aquellos pelotones de cuero que obligaban a jugar a nuestros abuelos con un pañuelo en la cabeza. No era moda, era la forma de evitar que las costuras les abrieran una brecha. Más que una razón de cabezas parece, por tanto, una cuestión de pelotas.

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