Caso Lucía Garrido
Caso Lucía Garrido

Agentes de la Guardia Civil aseguran que algunos mandos prohibieron investigar el crimen de Lucía

Los agentes del instituto armado también aseguran que el ex-marido, uno de los cuatro juzgados, "pre-fabricó" la prueba de que estaba en Cádiz el día del asesinato. El fiscal del caso no acusa de momento a la ex-pareja de la mujer asesinada.

19 septiembre 2019

Segunda jornada del juicio por el asesinato de Lucía Garrido. En la mañana de este jueves, los tres agentes de la Guardia Civil encargados del caso han declarado que no recibieron instrucciones algunas de sus altos mandos para que investigaran de una u otra forma el crimen. Han indicado también que en la casa no encontraron dinero. Este miércoles el ex-marido, aseguró que Lucía tenía hasta 48.000 euros aquella mañana. La hermana de la víctima se ha mostrado indignada, ironizando con si se va a presentar a Lucía como la narcotraficante. 

Uno de los investigadores del crimen de Lucía Garrido, hallada muerta en 2008 en la finca en la que residía en la localidad malagueña de Alhaurín de la Torre, ha asegurado que la expareja de la mujer, que está acusado en este caso como supuesto inductor de la muerte, "sobreactuó" para "fabricar una coartada", que ha calificado de "muy exagerada", que lo situara lejos del lugar de los hechos el día en el que se produjeron.

Así lo ha declarado este agente de la Guardia Civil en el juicio con jurado por el asesinato de esta mujer, encontrada el 30 de abril de 2008 flotando en la piscina de la finca. En este caso están procesados cuatro hombres, entre ellos el exmarido, a quien por el momento no acusa la Fiscalía, pero sí las acusaciones particulares, que representan a la familia, por los delitos de asesinato en calidad de inductor y malos tratos habituales.

Así, este investigador ha explicado que les llamó la atención que en el viaje que el hombre hizo a Cádiz recogió y guardó los recibos de los peajes por los que pasó el día de los hechos y que repostó dos veces en poco tiempo en dos gasolineras, la primera sin cámara de seguridad y la segunda con dichas instalaciones.

"Lo que quería era tener fiscalizado el trayecto tanto por las cámaras de la autopista, de la gasolinera o presencialmente" con personas a las que iba a ver "sin motivo aparente" o a las que invitó para que hicieran el viaje con él, ha señalado. "Consideramos que sobreactuaba para conseguir un primer plano de las cámaras", ha apuntado.

Estas afirmaciones se contraponen con lo manifestado este pasado miércoles por el acusado, quien defendió en su declaración ante el jurado popular que normalmente realizaba esos viajes a Cádiz y que siempre realizaba el mismo recorrido y actuaba de la misma forma.

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