La escasez de mano de obra en el campo provoca el abandono de las tierras
El campo se ha convertido en un sector refugio cuando no hay trabajo en otros sectores menos duros y con mejores condiciones económicas y sociales pero cada vez cuesta más encontrar encontrar temporeros.
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Antonio es agricultor. De tradición familiar se dedica al campo desde los 17 años. Sin embargo, no quiere que sus hijos sigan sus pasos.
Antonio cuenta con tierras propias en Lebrija, (Sevilla) su pueblo y ha arrendado otras en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). En total maneja 54 hectáreas y necesita mano de obra para las distintas campañas.
Pese a los datos del paro en general y el que se da en el sector agrario en particular, la dificultad para encontrar jornaleros viene siendo una constante que manifiestan empresarios y empleadores.
El trabajo a destajo es un motivo de controversia entre empresarios y sindicatos. El aumento del salario mínimo interprofesional ha venido a mejorar las condiciones también de los trabajadores del campo. Antes su salario medio anual era de un 63 por ciento menor que el del resto de sectores. Y uno de sus grandes problemas es la dificultad para negociar y unificar los convenios colectivos.
El antiguo PER, hoy subsidio o renta agraria ha generado en muchos la falsa creencia de que se paga a los trabajadores para no ir al campo. Y por otro lado, que en el régimen especial agrario se comuniquen las peonadas realizadas al més siguiente ha propiciado en muchos casos la picaresca y los sindicatos se quejan de que faltan inspectores
La creciente mecanización, la falta de relevo generacional y la despoblación de las zonas rurales complican el panorama de la mano de obra en el campo. Sea lo que sea, por las condiciones económicas y laborales, la temporalidad , o la dureza , lo cierto y verdad es que ya muchos sólo miran al campo cuando no encuentran otros trabajos.