Las incógnitas de Carlos III de Inglaterra

Un rey nuevo pero tardío. Este es el punto de partida del reportaje con el que "Los Reporteros" ha analizado la figura Carlos III de Inglaterra, los retos a los que se enfrenta y las controversias que le acompañan. Los sondeos no le son del todo favorables: La mitad de los británicos cree que no será un buen monarca y siete de cada diez habría preferido que hubiera abdicado en su hijo Guillermo. Mientras tanto, y cuando apenas falta una semana para la coronación, la expectación es máxima, también en Gibraltar donde, confían en que el nuevo rey les visite pronto.

Carlos nació para ser rey. Pero ningún rey ha esperado tanto para serlo. 74 años en total, o para ser precisos, 53, si los contamos desde que en 1969 fuera formalmente proclamado Príncipe de Gales. Mucho tiempo, en cualquier caso. Quizá demasiado. Una tarea para la que no todo el mundo en Reino Unido le considera preparado.

En el haber del nuevo rey figuran, sin duda, una larga y acreditada defensa del medio ambiente así como una implicación personal en importantes proyectos solidarios. En su contra, un afán desmedido por intervenir en la vida política y parlamentaria del país.

En medio de tanta incertidumbre, Gibraltar es un bálsamo. Aquí, vincularse a la monarquía es una forma de demostrar la pertenencia al Reino Unido, nos dice el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, que tampoco oculta su deseo de que el nuevo rey visite pronto la Roca. "Pero no me pida por favor que le invite, porque no tengo derecho a invitarle a una parte de su reino, él tiene pleno derecho a venir aquí y yo soy su súbdito", dice. Un acontecimiento que, a su juicio, no debería suscitar controversia.

Hablamos, entre otros, con el escritor y periodista Michael Reid, Paco Camas, director de investigación de IPSOS, o Fernando Rayón, experto en monarquías europeas.