Carmen, de cigarrera de Sevilla a mito universal

Este año se cumple el 180 aniversario de la novela "Carmen" de Prósper Merimée y, con ella, del nacimiento de un personaje legendario, de un mito representado mil veces en la ópera, la pintura y el cine. Carmen, la cigarrera sevillana, la mujer libre, rebelde, dueña de su destino, sigue siendo a día de hoy un símbolo de libertad.

El escritor francés creó el personaje de la cigarrera sevillana en 1845. Hoy, su figura sigue siendo fuente de inspiración para cientos de artistas. Pero su viaje hasta el olimpo de los mitos comenzó en la calles de una ciudad, Sevilla, donde, convertida en un referente universal y atemporal, su estela sigue presente.

En torno a la figura de Carmen, como en todos los mitos, sobrevuela la misma pregunta: ¿cuánto hay de realidad y cuánto de leyenda? Para tratar de entender la vigencia de Carmen en Los Reporteros hablamos con Ignacio Trujillo, presidente de la Asociación de Amigos de la Ópera, en la antigua Fábrica de Tabacos, en la actualidad sede del Rectorado de la Universidad de Sevilla.

Inmaculada Gordillo, profesora de Comunicación Audiovisual de la universidad hispalense nos explica que Carmen es, ante todo, un personaje literario del siglo XIX creado por Prósper Mérimée, fruto de la época, del Romanticismo, es decir, tiene por un lado, características positivas como la belleza, como la capacidad de seducción, la inteligencia, la libertad o, el exotismo. Ella es gitana. Pero, por otro lado, tiene elementos de perversidad, de juego con los hombres, los engaña, los utiliza en su propio beneficio.

Para María Kataeva, mezzosoprano, encargada de cantar el papel de Carmen en la obra de Georges Bizet que se ha representado estos días en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, se trata de una mujer libre que quiere decidir su destino por sí misma, no quiere ser manejada. Asegura que es muy misteriosa, que nadie ha entendido qué hay en esta mujer que te atrapa.

Según Rocío Plaza, profesora de Historia del Arte, la Carmen que crea Mérimée por encima de todo es una gitana. A él le interesaba contarle a los franceses lo que esperaban en esa época, la idea que tenían de los españoles, formada a través de la literatura de viajes que habían leído.

Ignacio Trujillo recuerda que en la Fábrica de Tabacos de Sevilla llegó a haber hasta 6.000 mujeres a finales de los años 80, normalmente de clase humilde, pero que tenían un sueldo, vivían en los corrales de Triana, en las zonas periféricas de la Macarena, cruzaban el río en barquitas y venían hasta aquí. Trabajaban en unas jornadas duras y eran mujeres jóvenes que iban siempre con esos trajes de percal que después se convierten en trajes de flamenca, con los volantes, con mantoncillos y con flores en el pelo, siempre. ‘Las cigarreras’ es precisamente el nombre de un lienzo de Gonzalo Bilbao que representa a la perfección el entorno en el que se movía Carmen.

Otra mítica Carmen, Carmen Sevilla, popularizó una copla con su nombre. Y una trianera, Paz Vega, le dio vida en la gran pantalla en una de las casi cien adaptaciones cinematográficas que ha inspirado el personaje. para la actriz interpretar a Carmen es un reto porque, primero, hay que quitarse la imagen que todos conocen e intentar hacer una mujer más fría, menos pasional, una mujer que quiere ser libre, una mujer que lucha, que tiene una lucha interior entre ser como ella quiere ser y ser como los demás quieren que sea.

Carmen es un mito que va a perdurar para siempre. La mujer libre, independiente, segura de sí misma, según María Kataeva,  un símbolo de libertad, del feminismo, especialmente para su época, pero también hoy en día.

Carmen, junto con Don Juan y con Fígaro, el barbero de Sevilla, forman la triada de los mitos universales de la historia de la lírica, que han hecho que Sevilla sea la ciudad donde radican más óperas en la historia de la música. Un personaje de la cultura andaluza convertido ya en mito universal.