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El danés Eriksen sufre un colapso en el campo que marca el inicio de la Eurocopa

El jugador sufrió una aparada cardiorrespiratoria fulminante.

Los servicios médicos lo recuperaron en el campo y trasladarlo a un hospital donde está estable a la espera de pruebas.

A pesar del shock, poco después se reanudó el partido que ganó Finlandia. 

CANAL SUR MEDIA 13 junio 2021

Solo dos partidos y cuarenta y dos minutos había podido rodar el balón en la Eurocopa para encoger de pronto el corazón del mundo del fútbol con una caída inesperada, el desplome fulgurante sobre el césped de Christian Eriksen que dejó al seguidor con la respiración contenida.

Tercer partido de esta Eurocopa multisede: un triunfo contundente de Italia, un empate inconsistente entre Gales y Suiza y este tramo en el estadio Parken de Copenhague para dar forma a los pasos iniciales de una edición atípica. Pospuesta un año, con aforos contados y al antojo de la pandemia que somete al mundo.

Apenas unas bocanadas de fútbol, un atisbo de normalidad y de pronto el susto en el cuerpo, el drama en el aire y el futuro incierto. Cerca del descanso de un duelo festivo, entre el conjunto local y un equipo que se estrenaba en la fase final de un gran torneo, Eriksen fue a por el balón, cerca de la banda. Se movió a trompicones y después cayó. Seco, fulminado. Inmóvil.

El miedo recorrió el césped y las gradas. Manos a la cabeza de los jugadores, rostros tapados por las manos. Lágrimas, miradas al cielo, rezos y minutos eternos.

Los médicos corrieron para asistir al jugador del Inter tumbado y sin gesto, sin reacción. Trataron de reanimarle, masajes cardiacos y el resto de compañeros delante, alrededor, para resguardar la situación y la intimidad de su compañero.

Una mujer saltó de la grada y corrió por el verde desangelada, descompuesta. Fue hacia la banda donde había caído el centrocampista de Dinamarca. La mujer del futbolista, consolada por Kasper Schmeichel, por otros jugadores y abrazada al final a Simon Kjaer mientras esperaba una respuesta.

El tiempo no pasaba y la mejoría no se atisbaba. No había nada. Silencio y esperanza. Los doctores hicieron su trabajo y retiraron a Eriksen del campo en medio de una ovación unánime del estadio. El once de Finlandia se retiró pronto. Después lo hizo el equipo de Dinamarca. El partido se suspendió y el resto de la jornada quedó en el aire.

El centrocampista danés fue trasladado a un hospital de Copenhague. Una foto difundida por las redes supuso el primer aliento. Eriksen en la camilla, aparentemente consciente. Había despertado.

Llegaron después los cruces de comunicados, los movimientos de apoyo y los mensajes de ánimo. La UEFA, que confirmó primero la suspensión del partido, avisó de que el jugador había sido estabilizado en el centro sanitario.

También la Federación Danesa de Fútbol quiso llevar el sosiego y la paz a la afición, al fútbol, al anunciar que su futbolista estaba despierto y que tenía que someterse a exámenes en el hospital. Estaba estable Eriksen.

El jugador recobraba cierta normalidad mientras la competición salía de su colapso. La UEFA anunció la reanudación del partido entre Dinamarca y Finlandia, por deseo también de los integrantes de ambos equipos.

El conjunto danés perdía contra el debutante y, casi al mismo tiempo, Romelu Lukaku dedicaba su gol, el primero de Bélgica, a su compañero en el Inter. El delantero se acercó a una cámara "Chris, se fuerte. Te quiero".

GANÓ FINLANDIA

Un gol de Pohjanpalo en su única ocasión dio este sábado a Finlandia un triunfo histórico ante Dinamarca (0-1) en su debut en un gran torneo, en un partido marcado por el desvanecimiento del danés Eriksen que provocó la suspensión del juego durante hora y media.

La estrella de Dinamarca fue el protagonista absoluto. Pero por motivos inesperados. Su desmayo transformó el partido en un drama que no acabó en tragedia, pero alteró su desarrollo hasta tal punto que lo que parecía destinado a un triunfo danés acabó en la primera gran sorpresa de la Eurocopa.

Dinamarca, que había sido mejor hasta entonces y quería dedicarle el triunfo a su compañero (ya trasladado a un hospital, estabilizado y despierto), acabó hecha un mar de nervios y de frustración, consciente de que la derrota complica mucho sus opciones en un torneo al que llegaba como aspirante a hacer algo importante.

El partido se ajustó pronto al desarrollo previsto. Dinamarca, con mucha posesión y tratando de mover la pelota para buscar huecos. Finlandia, con su habitual línea de cinco, atrás, bien junta y solidaria, esperando su oportunidad.

Sacrificio y orden. Así aguantaron muchos minutos los 'búhos reales'. El problema es que apenas se asomaban a la portería de Schmeichel. Pukki, la estrella finlandesa con pasado en el Sevilla, apenas tocó pelota. Ni un tiro a puerta hicieron los finlandeses en la primera parte.

Dinamarca, en cambio, tuvo media docena de ocasiones. Wind, Delaney, Braithwaite, Eriksen, H°jbjerg estuvieron cerca. La 'dinamita roja' movía la pelota con paciencia y sus hombres de ataque creaban problemas, pero no acababan de perforar la meta de Hradecky, que metió un par de buenas manos.

Y entonces llegó la tragedia de Eriksen, que convirtió el Parken en el escenario de un drama, en el césped y en la grada. Jugadores corriendo hacia el '10' danés, el personal médico, las camillas, los masajes cardíacos. Las lágrimas, la desesperación de Delaney o Schmeichel. Eriksen tapado por sus compañeros y sacado del estadio.

En la grada, primero el silencio, roto por algunos aplausos. Y a la vez que iban llegando mejores noticias sobre el estado del jugador, irrumpieron los gritos de apoyo, iniciados por la hinchada finlandesa, que se llevó la recompensa en forma de ovación de los aficionados locales.

El otro partido que se jugó después, por deseo de los jugadores al conocer que Eriksen estaba bien, fue precedido de gestos de ánimo y un corro de equipo y técnicos daneses en el medio del campo.

Dinamarca salió a comerse a Finlandia, manteniendo la misma receta, aunque algo más acelerada. Con Mathias Jensen en lugar de Eriksen. Fue el jugador del Brentford con pasado fugaz en el Celta el que avisó con un tiro que se fue alto.

Finlandia era un frontón. Toivo sacó de cabeza un centro de Wass casi debajo de portería. Pero en su único tiro a puerta, Pohjanpalo cabeceó un buen centro de Uronen. Y Schmeichel se comió el remate.

Dinamarca se fue al ataque con todo. Skov Olsen salió por Wind y Poulsen pasó a ocupar el puesto de delantero centro. Pero ya sin mucha paciencia, abusando de los centros, mientras Finlandia se gustaba encerrada atrás y no pasaba grandes apuros.

Hasta que el árbitro pitó como penalti un ligerísimo contacto de Arajuuri con Poulsen. H°jbjerg lo tiró fatal, muy centrado y sin fuerza. Ahí parecía irse la oportunidad de que Dinamarca se reenganchara al partido.

Salió el gigantón Cornelius. Dinamarca seguía encerrando a su rival, pero el gol no llegaba. Ni Braithwaite ni Poulsen podían con el muro finlandés. La épica no resultó. Dinamarca, que solo había perdido dos partidos de 45 en cinco años, queda muy comprometida.

Dentro de cinco días contra Bélgica, precisamente el único equipo capaz de ganarle en ese período, está obligada a puntuar para seguir con vida. A Finlandia, en cambio, se le abre un panorama inesperado y se ve con opciones de seguir haciendo historia.

- Ficha técnica:
0 - Dinamarca: Schmeichel; Wass (Stryger Larsen, m. 76), Kjaer (Vestergaard, m.63), Christensen, Maehle; Delaney (Cornelius, m.76), Eriksen (Jensen, m. 43), Hojbjerg; Poulsen, Wind (Skov Olsen, m.63) y Braithwaite.

1- Finlandia: Hradecky; Toivio, Arajuuri, O'Shaughnessy; Raitala, Lod, Sparv (Schüller, m.76), Kamara, Uronen; Pohjanpalo (Forss, m.84) y Pukki (Kauko, m.76).

Gol: 0-1, m.60: Pohjanpalo.

Árbitro: Anthony Taylor (ING). Mostró tarjeta amarilla, por Finlandia, a Lod (m.4) y Sparv (m.51).

Incidencias: Partido de la primera jornada del grupo B de la Eurocopa disputado en el Parken de Copenhague ante 15.900 espectadores.

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