Las producciones andaluzas, con luz propia, en la cuarta jornada del Festival de Cine de Sevilla

'Siete Jereles', dirigida al alimón por Pedro G. Romero y Gonzalo García-Pelayo, "ofrece un viaje hipnótico y sensorial por el singular ambiente flamenco de la noche jerezana, una esfera -y una ciudad- en la que por las particularidades de su sociología y de su economía “la calle y el lumpen de gitanos de los que viene el flamenco todavía se tocan”, ha explicado Romero en una nota del Festival.

La película comparte intenciones y semejanzas con 'Nueve Sevillas', título que los dos creadores presentaron en este mismo festival en 2020 y que se hizo con el premio a la mejor película de la sección Las Nuevas Olas No Ficción y, según ha recordado Romero, "todo surgió cuando Gonzalo le puso la película a un sobrino suyo y éste le dijo: tito, me ha gustado, pero en Jerez hay más caballos y más flamenco”.

Miembros de varias longevas dinastías "jondas" (Agujetas, Moneos, Zambos, Sorderas, Periquines o Salmonetes aparecen en este trabajo lleno de estímulos creativos y que aspira a reflejar esa singular realidad del flamenco jerezano.

ÚLTIMAS UNIDADES
Una conversación entre los responsables de cuatro negocios tradicionales del centro de Sevilla es el eje conductor de 'Ultimas unidades', un documental sobre cómo esos comercios siguen, década tras década, evolucionando y manteniéndose pese a las dificultades.

Cuadros Venecia, Papelería Ferrer, Peluquería Melado y Cordonería Alba son los protagonistas de la primera producción como directores de Hugo Cabezas y Alejandro Toro. "Alejandro y yo vivimos por el centro y llevamos muchos años viendo la transformación del centro de Sevilla", explica en una entrevista con EFE Hugo Cabezas.

La idea siempre fue reflejar "no solo una idea negativa de la evolución, sino la adaptabilidad y convivencia de estos comercios con la nueva realidad", según Cabezas.

'Últimas unidades', que se ha proyectado este domingo en el Festival de Cine de Sevilla, está producida por 'La Favorita Produce', fundada por ambos cineastas y los productores Fidel Pérez y Antonio Aparcero en 2020.

Alejandro Toro cuenta que la intención con el largometraje era reflejar todos los extractos de la sociedad que están presentes en estos comercios, llamados "de toda la vida". Dos hombres y dos mujeres de distintas edades explican en el documental las dificultades de mantener un comercio centenario.

Aunque estos negocios se encuentran muy cerca en el mapa, los cuatro responsables no se conocían personalmente. "Al ponerlos a conversar sobre sus problemas comunes fue muy bonito ver cómo fluían cosas nuevas que ni siquiera nos habíamos planteado", dice Cabezas.