Alfarnate y Coria del Río celebran "Sakura" y "Hanami", las fiestas japonesas del cerezo en flor
Las dos localidades tienen una gran vinculación con Japón.
Alfarnate, por su principal medio de vida, la cereza.
Coria, por sus lazos históricos tras la expedición del samurai Hasekura Tsunenaga.
Alfarnate, un pequeño pueblo de la provincia de Málaga, se convierte en estas fechas en un trocito de Japón. Conocida también como el “Jerte malagueño”, esta localidad rinde tributo a la flor del cerezo, símbolo nacional del país asiático, con una fiesta que reivindica su principal producto desde hace 40 años: la cereza.
La localidad celebra este sábado la segunda edición de “Sakura”, que en japonés significa flor de cerezo, las flores por excelencia de la primavera, tiempo de renovación para los japoneses.
Todo el pueblo vive estos días impregnado de la cultura del país del sol naciente, en una fiesta que ha despertado el interés de la embajada de Japón y de muchos visitantes que no han querido perdérsela.
Un arco de más de 30.000 flores de papel, realizado por los vecinos, da la bienvenida a la localidad. Vecinos ataviados con kimonos y muchos guiños a la cultura japonesa llenan de color todas las calles de este pequeño pueblo de la Alta Axarquía malagueña.
Situado a 900 metros de altitud, Alfarnate apostó hace 40 años por el cultivo de la cereza, y gracias a ello sus campos lucen ahora la impactante visión de los cerezos en flor.
Otra localidad con fuertes vínculos con Japón, en este caso históricos, es Coria del Río (Sevilla). Allí se celebra este domingo la tradicional fiesta nipona del "Hanami", en la que los japoneses salen de picnic al aire libre para disfrutar de las flores de cerezo.
En este caso se hace en la orilla del Guadalquivir, a la sombra de varios cerezos, plantados en recuerdo de la expedición del samurai Hasekura Tsunenaga, que hace más de 400 años remontó el río hasta Sevilla, en una misión diplomática que lo llevó también a Madrid y Roma.
