Los arroceros sevillanos, pendientes del cielo

El pasado año se sembró menos de la mitad. Esta campaña está por ver. En los campos arroceros de la margen izquierda del Guadalquivir se están preparando las tierras para sembrar el arroz, pero tiene que llover y mucho, de aquí al mes de mayo. Este año han visto reducida la dotación de agua a un 10%. Ya en 2022 fue muy difícil con un 30%. El arroz precisa 11 mil metros cúbicos por hectárea para plantarlo y esta campaña tan solo disponen de un 10%.

En campañas normales del arroz se siembran 36 mil hectáreas de marismas y generan unos 400 mil jornales. El pasado año fue la mitad. Y este no se sabe, pero se teme lo peor. Los arroceros tienen que luchar también contra la salinidad del río.

Sevilla es la principal productora de arroz y vende a Valencia y a Portugal. Los arroceros temen que si no se producen las esperadas lluvias las tierras quedarán en barbecho y las pérdidas económicas serán enormes.