La escasa producción de esta campaña reducirá a la mitad los jornales necesarios en el campo cordobés. A pesar de ello, la dureza del trabajo en el olivar tradicional dificulta la contratación de temporeros por los 55 euros diarios que marca el convenio.
A pesar de que esta campaña de recogida de aceituna va a ser corta por la caída de la cosecha, en la zona norte de la provincia de Córdoba encontrar mano de obra vuelve un año más a tener su dificultad. Los altos costes de producción en el olivar de pendiente podrían explicar por qué ocurre esto.
La producción de aceite esta campaña se reduce a la mitad de una campaña normal. El secretario general de UPA en Córdoba, Miguel Cobos, explica que para la recogida de las aproximadamente 715.000 toneladas de aceituna que se esperan en esta campaña en la provincia harán falta 1,5 millones de jornales, la mitad de lo necesario en una campaña con producción normal.
La recogida de la aceituna, sobre todo en los olivares en pendiente, es un trabajo duro y a la intemperie que está regulado por el convenio del campo. Son 55 euros lo que se cobra por un jornal de seis horas y media de trabajo.
Pero la recogida en una zona de olivar tradicional llana no es igual que en pendiente. Tampoco los costes. Producir un kilo de aceite en pendiente cuesta de media 10 euros, en zona llana son 7 euros. Esto puede dar respuesta a que se intenten contratar a jornaleros a destajo. Desde el sindicato CCOO en Córdoba, Agustín Jiménez, señala que se trata de un trabajo duro y mal pagado.
La mayoría de los jornaleros migrantes que acuden a la provincia a la recogida de la aceituna proceden de Rumanía, Polonia y Marruecos.