LOS REPORTEROS
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Violencia machista: un dolor más allá de las palabras

Veinte mujeres han muerto en lo que va de año, cinco en este mes de julio. 

Desde 2013, 40 niños y niñas han sido asesinados por sus progenitores.

Los Reporteros se adentra en la violencia vicaria y la tendencia negacionista.

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CANAL SUR MEDIA 20 junio 2021

Los últimos crímenes machistas en España confirman los peores temores. Tras el fin del estado de alarma, los agresores pierden el control sobre sus parejas o exparejas, también sobre sus hijos. Veinte mujeres han muerto en lo que va de año, cinco sólo en este mes de junio. Crímenes que no siempre abren los informativos ni acaparan titulares. El aumento de la protección a mujeres y menores provoca, según los expertos, una reacción negacionista en algunos sectores. Un ruido que deja en segundo término el auténtico drama y que analizamos en Los Reporteros.

Palabras para explicar un dolor que no tiene explicación. En los últimos días Olivia de 6 años, Rocío de 17, Alicia, de 36 y María de 81 han sido asesinadas en España. Las mataron su padre, su novio, su marido. Los culpables irán a la cárcel. Pero cuando la ley actúa, el daño ya es profundo. Para salvarlas hay que comprender y explicar mejor por qué sigue pasando. Aunque duela, aunque cada vez sea más difícil encontrar las palabras correctas, aquellas que resuenen por encima del ruido y de las luchas partidistas.

José Bretón no fue el primero. Pero sí el asesino mediático que nos enfrentó a la apariencia de normalidad del monstruo. 
Patricia Alcaraz, médico forense, afirma que "no tiene ningún tipo de enfermedad mental, no es una persona que no sabe lo que hace". "Son personas frías, calculadoras, sin empatía, y que se tiene que salir sí o sí con la suya, aunque pierda él", añade.

Este perfil que describen los forenses es también el de Tomás Gimeno, quien según la reconstrucción de los hechos, asesinó a su hija Olivia. Su cadáver se encontró la pasada semana a mil metros bajo el mar, en Tenerife. Todavía no hay rastro de su hermana Anna. Crímenes que escriben la peor versión de la violencia de género: es la violencia vicaria. Aunque hace 10 años, a Ruth Ortiz no le hizo falta el término para comprender su naturaleza: "El único fin que pretende José Bretón con esto es perpetuar su maltrato hacia mí".

Sonia Vaccaro, psicóloga clínica experta en violencia de género, recuerda que "como las leyes están protegiendo a la mujer a la hora de separarse de un hombre violento, los individuos estos están utilizando como objeto a quiénes sí tienen acceso a los hijos e hijas para continuar el maltrato sobre la madre".

Algunos comparan la indefensión de estos menores, a la que sufrían las mujeres maltratadas antes de 2003, antes de la ley integral. Desde 2013, 40 niños y niñas han sido asesinados por sus progenitores.

María José Atoche, abogada experta en violencia de género, denuncia que la protección de la mujer como víctima "no se ha hecho extensiva a los menores, que siguen teniendo una vinculación con sus padres". De hecho, la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, Ángeles Carmona, pone de manifiesto que hay niños que han sido asesinados "cuando cumplían un régimen de visitas precisamente por venganza" en casos de padres condenados a prisión permanente.

Proteger a los hijos de esta violencia es el motivo de que muchas mujeres no denuncien. Juan Ignacio Paz, asesor Técnico Instituto Andaluz de la Mujer, añade que "tenemos maltratadores que ejercen la violencia delante de los hijos, porque para las mujeres es mucho más aterrador y se va a rendir mucho antes".

La recién aprobada ley de protección a la infancia incluye medidas encaminadas a evitar esta violencia vicaria. Según Carmona "se contienen las medidas del pacto de estado como acordar la suspensión de visitas en el momento en que haya una orden de protección para la madre, en condenas firmas se prohíbe que un niño tenga que cumplir visitas en prisión".

Juan Ignacio Paz afirma que "alguien que ejerce la violencia sobre su pareja para mí no es un buen padre... y algo hay que hacer con eso".  Las mejoras legales están provocando negacionismo y enfrentamiento. Paz reflexiona sobre ellos: "Hay unos avances sociales, una mayor libertad de la mujer y eso genera una reacción de las personas que no están dispuestas a perder esos privilegios".

Para Sonia Vaccaro "aparece la gente que repudia pero... dice que no es violencia contra la mujer... que también hay mujeres que matan... es el hombre que mató al perro". Y Paz denuncia que estas posturas tienen más eco "porque hay determinadas formaciones políticas que están instrumentalizando ese malestar".

En el primer trimestre de 2021 las denuncias han bajado un 3 por ciento. Pero las muertes, han aumentado tras el fin del estado de alarma. En los últimos 38 días han sido asesinadas 12 mujeres y 2 niñas.

Las dos víctimas andaluzas, Alicia y Rocío, no habían presentado denuncia. Aunque en el entorno de Rocío reconocen que sí lo sabían. ¿Entones por qué nadie actuó?

Qué esta fallando, ¿la ley o cómo se aplica? Vaccaro cree que "más que la ley, el avance está en la mentalidad de quién lo aplica". Pero, además, los expertos reclaman la extensión de los usos de las pulseras y del protocolo de valoración forense urgente, no solo la policial. 

La muerte de estas mujeres ya no siempre abre informativos, ni acapara titulares. A menos que el apellido de quien relata el maltrato garantice el morbo. ¿Cómo cambiar esto? Los expertos apuestan por dar noticias positivas: "está la muerte, pero hay miles de mujeres que están saliendo, por cada mujer que matan hay miles que están saliendo... y eso no sale"

Además, hay que desmontar los nuevos mitos de la violencia machista: "las denuncias falsas son el 0,0008 por ciento, pero es que hay otros delitos que llegan al 26 por ciento y eso no se cuenta". No minimicemos el problema, que estamos ante algo muy grave.

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