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Valle de Lecrín: de tierra de emigrantes a destino de moda de los centroeuropeos

Los Reporteros ha visitado esta tierra de múltiples acentos, entre la playa y la montaña. Su ritmo de vida, paisajes, el clima o las conexiones a internet han animado a muchos extranjeros a asentarse y trabajar allí.

CANAL SUR MEDIA 18 junio 2022

Un desafío es el que parece haber superado el valle de Lecrín, en Granada. De ser una zona de paso y de emigración, en unos años se ha convertido en una zona de acogida, en un destino de moda para los centroeuropeos.

Tierra de múltiples acentos, entre la playa y la montaña, también se le conoce como el valle de la alegría. Su ritmo de vida, paisajes, el clima o las conexiones a internet han animado a muchos extranjeros a asentarse y trabajar allí.

Acentos de otros países, que ya suenan cotidianos entre los vecinos del Valle de Lecrín. Llegaron a hacer turismo y muchos han encontrado en estas tierras granadinas un lugar para vivir y trabajar

Pueblos pequeños, rodeados de naturaleza. Cerca de la ciudad y de la playa pero a la vez alejados de su bullicio. Así es este valle que en primavera se llena de azahar. Quizá la comarca menos conocida de la provincia de Granada.

EL VALLE DE LA ALEGRÍA

Rosan es holandesa. Desde hace 4 años dirige junto a su marido la Alquería de los Lentos, un antiguo molino de trigo de la época nazarí, reconvertido en alojamiento rural.

Cristoph compró en 2008 una casa en el Valle de Lecrín. Cada año volvía de vacaciones y continuaba trabajando por Europa, África y Sudamérica. Tienen otra hija, Poppy, que cómo su padre nació en Bélgica.

Viven en Nigüelas, un pueblo que apenas supera los mil habitantes. Es el más alto del valle y su término municipal forma parte del Parque Nacional de Sierra Nevada. A los nigüeleños, sus vecinos de comarca, los apodan los lentos. De ahí el nombre de la Alquería, que coincide mucho con la filosofía de vida de esta familia.

Estos nuevos vecinos tienen su sección en El comarcal de Lecrín. Diego Quero es el director de este periódico local, que nació hace un año.

Agua, olivos, almendros, naranjos y limoneros, es el paisaje que se divisa desde cualquiera de los miradores que asoman al valle.

La comarca, situada en la vertiente sudoeste de Sierra Nevada, tiene 17 pueblos reunidos en 8 ayuntamientos. La mayor parte de ellos no llegan al millar de habitantes. Ese éxodo del campo a las ciudades en los últimos años está empezando a revertir.

Hace ya 4 años que decidieron instalarse en Albuñuelas. Cambiar Sao Paulo, la ciudad más poblada de América Latina, por este pequeño pueblo de 800 habitantes.

El perfil del cliente de las inmobiliarias de la zona está cambiando. La edad media ha bajado, ya no son solo jubilados, y los centroeuropeos van tomando el relevo a los británicos, hasta ahora la comunidad más numerosa en el Valle de Lecrín.

Una de esas amigas es Gym. También inglesa y artista. Ha sido pintora escénica, trabajaba haciendo decorados para cine, teatro y publicidad. En Rusia, la contrataron para pintar los telones del Ballet Bolshoi. Se jubiló hace dos años pero no ha dejado de pintar.

Vive en Chite, uno de los pueblos más pequeños, apenas 300 habitantes. Llegó a pasar unas vacaciones y se quedó. De eso hace ya 30 años.

Johannes estudió en Amberes y trabajó como aprendiz con un maestro luthier en la localidad granadina de La Herradura. Compró una casa antigua y él mismo la restauró y convirtió en taller. Desde aquí construye guitarras que viajan por el mundo.

Sus abuelos emigraron de Albuñuelas a Brasil en 1912 para trabajar en una plantación de café. Roberto, además de un hogar, ha encontrado en el valle sus raíces. Son ya parte del pueblo, han restaurado la portada y varias imágenes de la iglesia donde se casaron sus abuelos hace más de un siglo.

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