LOS REPORTEROS
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La voz de Sadik rompe el silencio de los migrantes

Hace unos días Sadik perdió a su mujer y su hijo cuando intentaban cruzar el Estrecho

José Chamizo: "Nos hemos acostumbrado a la muerte del otro, ya sea inmigrante, mujer ... (...) parece que hemos perdido el corazón"

3.000 euros cobran las mafias para llegar desde el norte de África a Europa en una patera

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CANAL SUR MEDIA 31 octubre 2021

En lo que llevamos de año, más de mil personas han fallecido intentando alcanzar las costas españolas. Esta semana, se han cumplido seis años del gran naufragio en el Mediterráneo de cientos de refugiados que huían de la guerra de Siria hacia la isla de Lesbos. Europa solucionó esta crisis financiando el control de fronteras a países como Turquía, y aún, no existe una política eficaz que frene estas muertes.

Hace unos días Sadik perdió a su mujer y su hijo cuando intentaban cruzar el Estrecho. Su voz rompe el silencio ante un drama trágicamente cotidiano y al que parece, nos hemos acostumbrado. En Los Reporteros tratamos de analizar esta situación a través de los testimonios de algunos de sus protagonistas.

Sadik no duerme, no vive desde hace diez días. Ha perdido a su mujer y a su hijo de 5 años, ahogados en el Estrecho.
Sadik se siente sin entrañas, vacío por dentro. A sus 36 años, después de venir en una patera hace dos años y medio desde Marruecos, esperaba regularizar su situación en Atxondo, un pequeño pueblo vizcaíno donde trabaja y estudia. Y esperaba poder traerse a su mujer y su hijo. Pero éstos se adelantaron y subieron a una patera. Ahora lucha por repatriar el cadáver de su mujer y porque encuentren el cuerpo sin vida de su hijo.

Presidente del Patronato de Sevilla Acoge, José Chamizo, considera que "nos hemos acostumbrado a la muerte del otro, ya sea inmigrante, mujer, la muerte, sino no nos es cercana, parece que hemos perdido el corazón, si ha triunfado en algo el capitalismo ,es q nos ha anulado el corazón y nos ha dejado únicamente la dimensión económica, es decir hemos entrado en la deshumanización".

A Juan, al director de Almería Acoge, no le gusta hablar de datos ni cifras. Ellos, como asociación, llevan ya más de tres décadas intentando ayudar a los que llegan y a las familias que buscan sin saber si los suyos están vivos o muertos. Hace unos días hicieron una concentración junto con varias ONGs más para denunciar tanta muerte injusta y recordar a las víctimas de los últimos naufragios en las costas andaluzas en Cádiz y Almería. En una cuerda fueron atando 37 lazos negros, uno por cada fallecido o desaparecido en los naufragios del anterior fin de semana.

A Sadik Mallouk sólo le consuela el acompañamiento de los voluntarios de la asociación Atxondo Harrera Herria. Allí, en esa pequeña localidad de Vizcaya donde reside Sadik, hicieron un homenaje la semana pasada a siete familiares de tres vecinos fallecidos tras naufragar su patera frente a las costas de Cádiz. Entre ellos el hijo de 5 años de Sadik. Él nos recibió en Jerez, tras saber que podía por fin ver el cadáver de su mujer, en el depósito del hospital jerezano a donde llevaron en helicóptero a su esposa en un último intento vano de salvarla. Después de esta entrevista, esta misma semana ha conseguido, tras penosas gestiones burocráticas apoyadas por voluntarios de la Red Dimbali de Jerez que los cuerpos de su mujer y su cuñado viajen a Marruecos para darles allí sepultura. Él no puede viajar. Los gastos, más de 3.000 euros por cadáver, los han sufragado estas asociaciones.

Francisco Cuevas, portavoz Red Dimbali, asegura que "para que esto deje de ocurrir tiene q cambiar las leyes la política, porque realmente no hay es una necropolítica, término acuñado por un camerunés, es una política de la muerte, y determinado políticos y poderosos con su rigidez y su racismo institucional están condenando a la muerte a miles de personas. tiene q haber un cambio legislativo que permita vías seguras de emigración".

Ninguno de los que han cruzado el Estrecho en patera volvería a hacerlo. 3.000 euros cobran las mafias para llegar desde el norte de África a Europa en una patera. La misma cantidad que cuesta repatriar el cadáver en un ferry. Sadik no tiene entrañas, sólo tiene sentimiento de culpa en su interior.

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