La Eurocopa devuelve la alegría a nuestras calles

Andalucía se ha volcado esta semana con un espectáculo en vivo que llevaba meses esperando: poder asistir a un partido de fútbol. La Eurocopa lo ha hecho posible. Los privilegiados que han conseguido entradas para los encuentros que la selección española disputa en La Cartuja sevillana, con un tercio de aforo, recordarán de por vida esta competición que ni se iba a celebrar en Sevilla, ni iba a ser este año. Al margen de polémicas como la vacunación prioritaria a los futbolistas, las PCR a los aficionados o el estado del césped, el evento deja más de 200 millones a Andalucía.

En Los Reporteros nos adentramos en los entresijos de la complicada organización de un evento de este calibre en las condiciones actuales.

Ir a un estadio en compañía de colegas o de la familia, disfrutar del calor. Volver a sonreír. El verano ya está aquí y anima a muchas cosas, y estas semanas de final de curso en Andalucía hemos tenido la suerte de contar con un evento de primer nivel internacional. Serán cuatro partidos de una Eurocopa de naciones que no tocaba en este año, y que no tocaba en Sevilla. La pandemia todo lo ha trastocado y ahora, inopinadamente , tenemos turistas suecos, polacos y eslovacos por nuestras calles. Y gentes de toda España que vienen a disfrutar con nosotros.

El Estadio de la Cartuja, inaugurado en mayo de 1999 para unas olimpiadas que no se celebraron finalmente en Sevilla, ha tenido una relación singular con la ciudad. Un Mundial de Atletismo y varios eventos de renombre después no consiguieron que cuajara como edificio singular del deporte andaluz. Ni Sevilla ni Betis hicieron suyas las invitaciones para que fueran su sede permanente.

Si de dinero hablamos, y se cumplen las previsiones de la Junta, serán 215 millones de euros los que esta Eurocopa deje en la comunidad. Es decir, que un sólo evento deportivo ya puede devolver casi la inversión inicial.

Esta Eurocopa debió disputarse en el 2020 y la sede española elegida entonces era Bilbao, entre las 11 que se reparten desde Bakú en Azarbayan, hasta Londres o Amsterdam. Pero la UEFA decidió hace dos meses que Sevilla reunía mejores condiciones, y hay que adaptar estadio y ciudad, a marchas forzadas. Y es esa marcha la que conduce a situaciones algo kafkianas a pocos días del primer partido. Primero los positivos que se registran en la concentración de Las Rozas, en Madrid, que aviva la polémica de si los jugadores han de vacunarse o no, cuestión que se hace de estado.

Resuelta la cuestión con el pinchazo de todos los jugadores y cuerpo técnico, llega a escasos días de la inauguración, la obligación de pasar por una PCR o un test de antígenos para todo aquel que vaya al estadio.  El mismo jueves de la semana pasada, ante el clamor social por lo absurdo de una medida imposible de cumplir, todos los organismos implicados dan marcha atrás.

4 partidos en La Cartuja, tres del grupo E de clasificación, los que España disputa ante Suecia, Polonia y Eslovaquia, y uno de octavos de final.