El Parlamento andaluz, en el origen de la expansión de la patata en Europa

El hambre, una de las mayores tragedias que padece la humanidad desde que el mundo es mundo, tuvo freno con un tubérculo. Originario del Nuevo Mundo llegó a Europa embarcado por el río Guadalquivir arriba. Con cuarentenas y recelos, se fue incorporando a la cadena de alimentos y pronto se extendió por el Viejo Continente para saciar a la población humana y a la animal. Hablamos de la patata, que encontró en el Hospital de las Cinco Llagas uno de los primeros lugares de acogida, reproducción y consumo.

Entre nuestros rincones, curiosidades y leyendas en el Hospital de las Cinco Llagas, actual sede del Parlamento de Andalucía, encontramos la que les contamos hoy. La historia de la patata. La papa, que llegó desde América y se extendió por toda Europa. El tubérculo que más hambre quitó, y quita, nos ofrece la oportunidad de adentrarnos en una serie de vicisitudes que terminaron con su expansión por el Viejo Continente hasta convertirse en el cuarto mayor cultivo en el mundo.

Ya en 1573 aparece reflejada en los libros de cuentas del hospital la compra de papas. Un hecho documentado que confirma el uso de la patata entre los productos que se utilizaban en la dieta de los enfermos del hospital de las Cinco Llagas.

Conocidas las bondades de la papa, el rápido aumento de su consumo llevó aparejado el incremento de su cultivo y ya fue imposible impedir la expansión de la patata por toda Europa, ya fuera del control de la corona.

Pero una cosa es querer y otra es poder... Si a estos condimentos añadimos una pizca de leyenda, el guiso histórico resultante satisface las ganas de saber de cualquier curioso. Ni todo el poder real fue capaz de proteger, como bien quiso, a la papa. Y la expansión por los territorios centrales y las islas de la vieja Europa escaparon al desarrollo comercial al paso que pretendía la corona española.

Contubernios con tubérculos... Sin embargo, cuando la papa llega a Sevilla procedente de América no pasa inmediatamente a la cadena de alimentos de la población, ni humana ni animal. Fue preciso el paso de algún tiempo... y la necesidad por desabastecimiento para vencer las reticencias iniciales de lo nuevo y lo desconocido.

Un hecho éste que sorprende a propios y extraños ajenos a esos... pequeños detalles que al final salpimentan la historia de las cosas en el discurrir de los siglos. Y acontecimientos, como las grandes enfermedades de la época que terminan doblegando las primeras voluntades.

Sea como fuere, lo que se puede constatar es que la puerta de entrada de la papa en Europa estuvo en Sevilla. Y que mientras el papeleo comercial se resolvía en la Casa de la Contratación, de las embarcaciones llegadas por el río Guadalquivir se trasladaba su remesa de nuevas especies vegetales hasta el Hospital de las Cinco Llagas del Redentor, también conocido como Hospital de la Sangre.

Históricamente y como era habitual en los antiguos hospitales de la época de la que hablamos, estos centros sanitarios disponían de herbolarios. En el caso del Hospital de las Cinco Llagas, alcanzó fama por su diversidad y por la capacidad de reproducción de especies en sus huertos.

En algunos países de Europa la papa pasó un periodo... de cuarentena. Por unas u otras razones, desde las del desconocimiento hasta las de la política, llegó a estar prohibida. La importancia de la papa también estuvo muy ligada a la hospitalidad. Un concepto más amplio de lo que es hoy en día un hospital.

La patata no fue el único producto que se incorporó a la alimentación española y del resto de Europa, pero ganó primeramente en consideración a otros como el tomate. Y si son amantes de la sencilla pero buena cocina... qué les vamos a contar... Pero ya saben que gracias al Hospital de las Cinco Llagas, sede del Parlamento de Andalucía, el Viejo Mundo puede disfrutar, entre otras, de algo tan nuestro como la tortilla de patatas.