Tierra y Mar

Dehesa Puchana donde la rentabilidad y la conservación de la naturaleza van de la mano

Una dehesa bien gestionada donde la actividad humana puede servir para que se multiplique la biodiversidad. Así se hace en la Dehesa Puchana, dedicada la producción de Ibérico y reconocida como explotación sostenible modélica.

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CANAL SUR MEDIA 8 mayo 2022

Los productos procedentes del cerdo ibérico son de sobra conocidos por su calidad gastronómica y sensorial. Sobre todo si provienen de ejemplares engordados en montanera y su alimento fundamental es la bellota. De eso saben bien en las dehesas de la Sierra y el Andévalo onubense.

Una nave de parto donde cada compartimento se comunica con unos corrales exteriores para la confortabilidad y el desarrollo de los recién nacidos y de sus madres. Unas irregularidades que, a juicio de este técnico veterinario, no son muy altas entre los productores de porcino ibérico de nuestra Comunidad.

Esa buena gestión en el manejo del ibérico desde la sostenibilidad le ha sido reconocida a Dehesa Puchana por la Asociación Lutra y por la entidad de certificación INCEDECA.

En otra finca cercana, Los Labradillos, también gestionada por Manuel Ponce asistimos al tradicional esquileo de ovejas. Una lana que se vende a empresas del norte de España con destino al mercado chino. Una lana que en estos momentos no cubre ni los costes que supone la propia esquila.

Y Junto al cerdo ibérico y la oveja merina conviven en este entorno un rebaño de 200 vacas limusinas y una manada de caballos lusitanos. Estas fincas ganaderas destacan por mantener la biodiversidad y una dehesa sostenible. Sin embargo, la seca de encinas y alcornoques está poniendo en peligro su producción. Dehesa Puchana y Los Labradillos participan en más de 14 estudios de investigación con distintas universidades y organismos para combatir la seca

Además de replantar 4 hectáreas de encina y alcornoque, apoyadas con un pequeño aporte de agua, se ha buscado la diversificación plantando algarrobos, a los que no afecta la seca y garantizan el mantenimiento del arbolado.

Se trata, en definitiva, de una dehesa ejemplar, un ecosistema en equilibrio y productivo que es necesario extender.