La vida en números rojos: trabajar para ser pobre

Un informe de Cáritas nos expone la cruda verdad: 4 millones de personas en España sufren exclusión severa. Si te preguntas qué está pasando, la conclusión de la organización es contundente: en España se es pobre aun trabajando. Hay 11 millones de trabajadores con empleos precarios, y el 45% de quienes viven de alquiler están en riesgo de pobreza. La situación es tan grave que la clase media se está estrechando o incluso desapareciendo, mientras que los más ricos continúan haciéndose más ricos. Parece imposible, pero el esfuerzo de tener un sueldo ya no garantiza llegar a fin de mes.

Esta crisis de subsistencia tiene rostros concretos. Mari Terrazas, una limpiadora de 50 años que atiende su trabajo durante su descanso, nos cuenta en directo que, aunque trabaja y su marido también, a la segunda semana del mes "ya no llega". Mari expresa su indignación porque los precios de la comida no paran de subir. Por ejemplo, un bote de tomate frito es ahora más pequeño y vale casi el doble de lo que costaba antes. Las familias, como la suya, que intentan apañarse con huevos y patatas, ven que estos alimentos básicos han subido el doble o casi el triple. Mari no se lo cree y se pregunta para qué están trabajando si todo se va en pagar cuentas. Hoy en día, la carne y el pescado son lujos que simplemente no se pueden permitir.

Uno de los grandes problemas es que muchas personas tienen que destinar casi el 80% de su salario solo a pagar la vivienda (hipoteca o alquiler). Esta disparidad provoca que sea "imposible que la gente no seamos pobres". Yolanda, que trabaja en ayuda a domicilio y madruga para jugársela en la calle, tiene tres hijos y, a pesar de su esfuerzo, tiene que ir a Cáritas. ¿Te parece lógico lógico? Escuchando a estas personas tendrás una opinión mejor informada.