Se van a ir a vivir juntos y van a comprar el 'menaje' de la casa. ¿Quién les iba a decir que la dependienta se negaría a venderles?
La tercera cámara oculta de la noche quiere demostrar que muchas personas con Síndrome de Down son autónomas y pueden vivir una vida de adultos. Por ello, Raúl y Teresa, dos jóvenes sevillanos afectados por este trastorno genético que mantienen una relación desde hace ocho años, acuden a una tienda para comprar la decoración de la casa a la que van a ir a vivir juntos. En este caso, se encontrarán con la oposición de la dueña de la tienda.
Menos mal que allí está Sandra, que luchará muy educadamente para evitar esta injusticia.