Dejó el trabajo de albañil para convertirse en médico
José Miguel Fernández dejó su empresa de construcción, cuando ya era padre, para estudiar medicina. Un camino lleno de esfuerzo y dedicación que ha merecido la pena.
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Aprendió albañilería casi sin darse cuenta, era una tradición en su familia de origen gitano. En pleno boom inmobiliario montó una empresa de construcción. Sin embargo, un día decidió poner fin a ese capítulo de su vida laboral y dedicarse a lo que de verdad siempre quiso: ser médico.
José Miguel Fernández se centró en los estudios con dos niños ya en la casa y tuvo que hacer malabarismos con los ahorros para llegar a fin de mes. Tras años de mucho sacrificio y dedicación, se convirtió en el primero de su familia en conseguir un título universitario. Ahora es feliz trabajando en el Centro de Salud de Almuñecar, Granada, y un referente para otras personas que deseen alcanzar un sueño.