Cuesta creer cómo han cambiado "las niñas buenas" desde los años sesenta
Rocío Dúrcal fue capaz de "colarle un gol" a la censura del franquismo, con una canción irónica sobre las irrepetibles enseñanzas de la Sección Femenina.
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La misión de la mujer en el hogar es servir a todos los miembros de la familia y especialmente al marido, que cuando regrese del trabajo debe encontrarse la comida bien preparada, las zapatillas al alcance, la casa en silencio y respetar su descanso. Eso sí, nada de reproches si se le ocurre trasnochar hasta las tantas con los amigos. Ésta y otras interesantes enseñanzas, que hoy causarían pasmo, estaban plasmadas en el manual de la Sección Femenina, una rama de la Falange que era el partido único durante el franquismo.
El periodista Sergio Morante abunda en la olvidada materia y describe multitud de perlas de la sociedad de los años 60, que parecen de hace muchos siglos atrás.
En aquel panorama, Rocío Dúrcal representaba a la jovencita ideal, pero ya apuntaba maneras de la mujer independiente y rebelde que llegó a ser.