La Feria para quien la trabaja

Empieza la Feria de Sevilla el Primero de Mayo: fiesta de los trabajadores precisamente en un año en el que la situación laboral de los caseteros ha centrado el debate. Los Reporteros ahonda en esta cuestión.

La temporada de ferias ha comenzado: la de Mairena del Alcor , la más antigua de Andalucía, pasa ya del medio siglo y es la que abre el calendario. Es la primera de una larga lista que, aprovechando la fiesta, emplea a multitud de trabajadores. Son montadores, camareros, cocineros, vigilantes. Algunos tendrán un contrato corto pero intenso, otros preparan la maleta para recorrer hasta 20 localidades en los próximos siete meses. El esfuerzo está en aguantar jornadas maratonianas, la recompensa: cobrar en una semana lo que se gana en un mes de trabajo. Y todo hay que hacerlo según marca la ley.

Tras la tempestad ha llegado la calma y después de la tormenta provocada por la amenaza de paro de los caseteros, la fiesta en Sevilla, está a punto de comenzar. Después del parón de la pandemia las ganas de recuperar la alegría son tan altas como los precios, que este año están un 25 por ciento por encima de lo normal.

El bolsillo tendrá que afrontar, por lo tanto, una nueva realidad: sin mascarillas, pero con prudencia. Y a pesar de todas las dificultades, esta primavera sí se van a poder lucir los farolillos y las flores que se quedaron sin colgar en la del 2020.

La Asociación de Hosteleros de Feria de Andalucía, con más de un centenar de socios, se forma a finales de 2019. Entre todos llevan unas seis mil casetas sólo en el albero hispalense, unas 800, el 75 por ciento del total. El pasado 30 de marzo anunciaron un paro que amenazaba con dejarlas sin personal. Reivindican una regulación propia para un colectivo con unas condiciones muy especiales: mucha carga de trabajo en muy poco tiempo.

Aunque de momento se acogen al convenio provincial de Hostelería, exigen mayor flexibilidad en las condiciones de contratación.

José Antonio Amate es inspector de Trabajo y este sentido asegura "podrían tener un convenio y salirse del convenio de la hostelería, pero ese convenio específico nunca podría establecer que se pudieran desarrollar jornadas de más de doce horas diarias de trabajo efectivo (...) es lo que los médicos consideran que es necesario para recuperarse de todo el estrés que impone el trabajo".

El desconcierto creció cuando se puso el foco en la recién aprobada reforma laboral, una normativa que no toca ni la duración de la jornada ni las horas de descanso. En este sentido la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, fue clara: "En España se ha decidido que la jornada laboral era de 40 horas, ocho horas al día, en el año 1919, no se ha tocado (...) y dos, el descanso semanal lleva en nuestra legislación laboral desde el primer Estatuto de los Trabajadores en 1980. Por lo tanto estamos ante una fake news y un desconocimiento del marco legislativo laboral en nuestro país.

Amate añade "Estamos asistiendo a algo que a mí personalmente me preocupa que esos colectivos a veces impulsados por determinados movimientos populistas se atrevan a salir impunemente en cualquier medio de comunicación a decir: como esto no me gusta, yo lo voy a incumplir. Si no existiesen las normas, esto sería una selva, cada uno haríamos lo que quisiéramos"

Los empresarios tienen la opción de hacer un contrato como fijos discontinuo o como eventual por aumento de la producción pero nunca permitir que se sobrepasen las doce horas de trabajo, esto supone pagar horas extras o ampliar la plantilla para cubrir turnos. Es cuestión de hacer números para ver si sale rentable

La Feria de Abril tiene un impacto económico de 800 millones de euros, donde la hostelería es la protagonista, una profesión que durante un largo tiempo ha sido un cajón de sastre para personas que la han visto como una salida fácil. Aunque la realidad es que no hay tantos profesionales como podría parecer. Uno de los problemas con los que se han encontrado los caseteros este año ha sido la falta de personal. La crisis sanitaria ha castigado con fuerza al sector y ha obligado a muchos a buscar abrigo en otros trabajos.