El profesor de psicología Gilles E. Gignac, en un artículo en The Conversation, explica que las capacidades básicas, como la memoria a corto plazo o la velocidad de procesamiento, tienden a disminuir a partir de los 30 años. Sin embargo, otras áreas relacionadas con la inteligencia emocional, la empatía y el razonamiento moral continúan desarrollándose durante décadas. Este equilibrio permite que, en la mediana edad, las personas alcancen un nivel de rendimiento intelectual y emocional más estable y sofisticado.